La Cita.
Sam estaba emocionada, había pasado la tarde escogiendo su vestimenta, no sabía a donde Irian pero no le cabía duda que a donde sea que el hombre la llevará ella iría con los ojos cerrados.
Confiaba tanto en él incluso más allá de su sueño.
Se había sentido extraño en un principio pero luego se relajó al escuchar que habían compartido el mismo sentimiento y los mismos sueños, donde ambos estaban juntos.
Eso confirmaría que no estaba loca, que lo vivido si había sido real y tenía a alguien que lo podía confirmar, pero no quería pensar en eso, quería disfrutar lo más que podía de su momento.
Aún no sé podía creer que tendría una cita con el hombre de sus sueños, era como una ilusión y algo tan maravilloso que no cabía en su pecho tanta dicha.
Después de algunas hora en la que se debatía sobre la ropa escogió al final un vestido negro con un escote algo pronunciado y le llevaba un poco más abajo de las rodillas con una abertura en su pierna izquierda. Unos tacones del mismo color del vestido y accesorios dorados.
Faltando 2 horas para su cita decidió darse una larga ducha, al salir del baño comenzó con su maquillaje, quería algo ligero pero llamativo, un color que resaltara sus ojos verdes y sus labios con un fuerte rojo incluso más que su cabello.
Un suave delineado y rímel de pestañas era su opción.
Al terminar sonrió en el espejo, no podía creer la mujer que tenía ante sus ojos, no se parecía en nada a la de hace unos días con sus ojeras demasiado marcadas y su aspecto desaliñado, Sam esa noche se sentía la mujer más linda con un guapo galán que la sacaría a bailar.
Esparció crema por su cuerpo y un poco de perfume, a todo esto se estaba dando su tiempo, no quería sentirse presionada y más ansiosa de lo que ya estaba.
Sam no tenía ni la menor idea de a donde la quería llevar a cenar el hombre que la traía de cabeza en las nubes, pero quería ver se preciosa para él, faltando tan sólo media hora para que fueran por ella por fin decidió colocarse el vestido y las sandalias y guardo en su pequeño bolso dorado sus pertenencias más importantes.
Se sentó en el sillón de la Sala de estar a esperar, revisó redes sociales e incluso vió un capítulo de la nueva serie que había llamado su atención, pero a todo esto estaba demasiado nerviosa, no sabía lo que le esperaría y quería que las cosas salieran bien.
Le había tenido que enviar su ubicación por mensajes a Red así que no creía que se hubiera perdido.
Unos largos minutos después y el timbre por fin sonó, Sam saltó ante la sorpresa en su sitio pero intentó relajarse tampoco quería verse tan desesperada.
Luego de haber tomado unas bocanadas de aire se levantó dispuesta a abrir la puerta pero no estaba preparada para lo que encontraría detrás de esta.
Ahogo un gemido sorprendida y sin saber o comprender el porqué sus ojos comenzaron a acumular pequeñas lágrimas que estaba intentando con todas sus fuerzas contener.
Red, su precioso y guapo Red estaba totalmente vestido con unos pantalones negros y una camisa blanca, peinado perfectamente y demasiado hermoso para su simple vista, para Sam era la primera vez que lo veía tan elegante y la emoción la invadió.
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Experimento 310.
Fantasy310 poco a poco iba dejando de lado su humanidad dándole paso solamente a su lado más salvaje. Encerrado en un laboratorio 310 ya no era humano, ya no razonaba ni pensaba. Lo habían convertido en un animal sediento de sangre, sediento de ira y ya...