14; «Police»

361 36 31
                                    

— ¿Aún estás planeando como salir de aquí?— pregunta su amigo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

— ¿Aún estás planeando como salir de aquí?— pregunta su amigo.

— ¿Pla... neando?— lo mira confundido, luego abre sus ojos rápidamente— ¡Ah, si, planeando! ¡Claro que estoy planeando!— miente rápidamente.

— no has hecho una mierda, ¿no?— ante la mirada sería, el otro suspiró nervioso.

— mm.. ¿no?

— date prisa, chico de los planes, estar aquí me pone cada vez más nerviosa— susurra la chica de diadema haciendo círculos en la mesa.

— primero que nada, me llamo Rodrigo, y segundo, ¡Ustedes también deberían ayudarme! ¿O es que acaso solo yo tengo cerebro funcional aquí?— indignado lleva sus manos a su pecho.

— tú y Spreen— responde su pareja tragando la comida— mis neuronas ya se quemaron de tanta mota, y esta pato solo piensa en las armas— dice mientras ríe.

— pues si, razón tienes...

— oye, jefecito, ¿tu que piensas?— Dirige su mirada hacia el pelinegro quien estaba cruzado de brazos.

— no lo sé, creo que... ya no es una opción escapar de aquí... oh, pero tienen que seguir intentando..— Spreen aleja el plato de su lado de la mesa— no tengo apetito.. sinceramente, no sé porque...

— ¿Hah? Genial, trae eso para acá— pide sonriendole inocentemente.

— ¿Saben?— la única chica llama la atención de los otros tres— el señor G da tanto miedo...

— ¿...miedo?— pregunta en susurro Robleis.

— ¿Porque lo dices?— Spreen se apoya levemente en la mesa.

— bueno... ¿Ya vieron como mira a todo el mundo? ¡esa mirada tan... seria! Tan... tan...

— escalofriante— completa el pelinegro.

— si, me hace temblar los huesos!— ella con un pequeño cuchillo empieza a rasgar la mesa.— se siente como... cómo si esa mirada ya la hubiera visto hace tiempo, cuando lo conozco hace poco..

— pienso lo mismo, su mirada me hace revivir escenarios traumáticos— los otros dos miraron con los ojos abiertos al pelinegro.

— ¿Te da... miedo?— Rodrigo sonríe burlonamente.

— si, me da miedo.— responde Iván, no mentía. Aquel castaño llegaba a hacer que sus piernas temblaran con tan solo una mirada, aquel castaño, que con una mirada asesina parecía que su vida acabaría.

— ¡Hola!— una voz chillona y que a Iván ya se le hacía conocida llegó a los oídos de todos, haciéndolos pegar un brinco.— ¿Porque les da miedo papá? ¡Es un buen tipo!— el pequeño de cabellera azul dió una gran e inocente sonrisa.

— ¡Hah! ¡si, claro!— murmura sarcásticamente Rodrigo mientras se hace para atrás.

— ¿Papá?— Robleis ladea su cabeza.

— J-.. el señor G es su padre adoptivo— responde Spreen.

— ¿¡HAHHHH?!

— ¿Recibimos órdenes de mi mayor, mi coronel Aguilar?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

— ¿Recibimos órdenes de mi mayor, mi coronel Aguilar?

— efectivamente, Pavón— afirma la fémina mientras baja una cortina de la pared, en donde se dejó ver un mapa de una mansión.— este es el mapa de la mansion fénix, en dónde haremos nuestro operativo.— informa, con una lapicera señala lo que parece ser la entrada de aquella mansión.— por aquí entraremos, según mis informantes en la entrada hay un puerto de vigilancia y aproximadamente cinco hombres. Luego viene el living, antes de entrar a este hay que enfrentar a unos quince hombres. Aún así, para llegar a la mansión debemos atravesar cinco anillos de seguridad que rodean la zona, así que, ¿Están preparados, señores?

— ¡si, coronel!— uno de los oficiales llega con una maleta grande, dejando esta sobre la mesa en medio de la sala.

En aquella maleta hay variedades de armas, desde ametralladoras y escopetas hasta armas pequeñas, cuchillos, dagas y granadas.

Cada uno de los policías que se encontraban en aquella sala tomaron sus armas y demás municiones para salir de aquel lugar, subiendo a las camionetas negras y blindadas que esperaban por ellos fuera.

Cada uno de los policías que se encontraban en aquella sala tomaron sus armas y demás municiones para salir de aquel lugar, subiendo a las camionetas negras y blindadas que esperaban por ellos fuera

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


📍– cabe recordar que si hay mafiosos, por ley, hay policías.

𝐃𝐎𝐌𝐀𝐃𝐎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora