Tomó la pequeña navaja y dió un suave y placentero corte a la palma de la mano de aquel pelinegro, quien intentaba mantenerse duro y serio. Pero eso no iba a durar mucho, y Samantha lo sabía.
La puerta se abrió bruscamente revelando al segundo al mando quien llevaba una expresión aburrida, tras de el estaba aquel castaño con aquellos ojos cafés ahora algo oscuros.
- ¿Y bien?- la voz del castaño fue seca ante la pregunta, llegando a hacer que la piel de Samantha se exaltara ante aquel tono.
- aquí están, el cuervo y Nia- respondió rápidamente haciendo a un lado, dejando ver los cuerpos atados de los anteriores mencionados. Juan los miró atentamente, sus ojos no reflejan nada más que venganza. Una sonrisa burlesca de apoderó de su rostro al momento de verlos ahí, con aquellas expresiones de dolor.
- ¿Que pasa? ¿Acaso pensaban que soy estúpido? ¿Que no me iba a enterar?- una risa sarcástica salió de sus labios- Ustedes van a pagar, por todo, por mis hermanos. - informó, extendiendo su brazo hacia la mechas rubias quien le entregó todo lo que él había pedido; una pinza, varios tipos de cuchillos ( y navajas ) y un martillo.
- sería mejor si nos matas de una vez- sugirió la pelirosa.
- ¿Oh, de verdad? ¡No me digas!- él tomó el martillo y lo tiró hacia ella, logrando darle en la cabeza, partiendo la misma y haciendo que la sangre empezará a bajar por la frente de Lakshart quien soltó un grito desgarrador. - Enseguida te voy a hacer caso, maldita perra, si, solo porque tú lo dices- bramó sarcásticamente dirigiéndose a ella quien intentó alejarse por cada paso que el daba, sin lograr más nada que su espalda chocando con la fría pared.
- ¡Mátame! ¡No te sirve de nada torturarme!
- ¡CÁLLATE! ¡CLARO QUE ME SIRVE! ¡TÚ FUISTE QUIEN DIÓ LA ORDEN DE ASESINAR A MIS HERMANOS, FUISTE TÚ!- gritó alzando su pierna para darle una patada en el estómago, sacándole el aire, haciéndola escupir sangre y caer en el suelo boca arriba. - ¿¡Y TE ATREVES A DECIR QUE NO ME SIRVE DE NADA?! ¡MALDITA PERRA DESGRACIADA!- y así, su pie se impacto una y otra vez en sus costillas con más fuerza que la anterior.
Samantha observaba desde lejos con los ojos algo abiertos, bien era sabido que a Juan no le importaba meterse en las torturas ni si eran importantes, lo había visto hacer de todo en aquel tiempo que estaba a su lado, pero, ¿Hablar así? Con tanto... Odio y tan... ¿Burlón?. Y no es que no lo entendiera, ella estaría igual que él en aquellas circunstancias, quería romper la cara de Nia y hacerle clamar piedad, pero con tan solo ver qué él lo hacía por ella, la dejaba satisfecha.
Pronto las patadas se extendieron por todo su cuerpo, ya no solo por las costillas, también por los brazos, las piernas y dedos los cuales el castaño pisoteaba hasta hacerla llorar y gritar totalmente desgarrada y llena de dolor, casi al punto del desmayo.
Guarnizo tomó una de las navajas, y empezó a hacer cortes profundos por los brazos de aquella mujer.
- ¡AHHHH! ¡AHHGG! ¡NO, NO! ¡PARA! ¡PORFAVOR PARA! ¡AAAHHH!- rogó entre desgarradores gritos que en ningún momento fueron capaces de provocar lastima en aquel castaño.
Juan movió la navaja hasta la garganta de la mujer, presionando esta en un mismo lugar.
- ¿Que pare? ¿¡Que pare?! ¡Debiste parar en el momento que intentaste meterte conmigo!- el hizo un corte en la clavícula de la mujer, quien volvió a gritar una vez más- ¿¡Y te atreves a pedir que pare?!
- DÉJAME, YO NO LO HICE, NO FUI Y- ¡AHHG! ¡HAH! ¡HAH!- gritó desesperada mientras intentaba tomar bocanadas de aire en fallidos intentos.
- ¿No fuiste tú?- habló el castaño tomándola del cabello para que esta lo mirase- ¿Ah, no? ¿No?- su voz era una gran mezcla, una gran mezcla llena de tranquilidad pero con una gran dosis tétrica que hacía que su piel se erizara.
Y al ver aquellos ojos, aquellos ojos casi negros que la miraban con una sola intención;
Hacerla sufrir.
Sintió la desesperación apoderarse de todo su cuerpo el cual en realidad ya no sabía si temblaba por el miedo o las grandes heridas que tenía.
El jaló de su cabello, acercando su cara a la de ella.
- ¿No fue tu orden? ¿Eh? ¿¡Eh?! ¡¿ME ESTÁS JODIENDO?!- el tiró su cabeza contra la pared a su lado y su vista, finalmente, se tornó negra.
Aquel hombre, es aterrador.
Y... Sin duda,
Ese no es...
Juan.
Hmm.. no se 😩 Se me hizo corto, pero X.
Aún no estoy de vuelta, pero subo cap pq me robé un cel de la casa por la noche. 🥲