Estaba tirado en su cama, mirando el techo blanco, las paredes negras y las luces que pronto harían doler su cabeza. Su cuerpo empezaba a ser consumido por el frío que aquella habitación daba, sus labios estaban resecos y su nariz tan fría y roja como la sangre que salía de sus muñecas rápidamente coloreando las sábanas blancas.
La puerta estaba cerrada con seguro, la llave estaba en su buró y las tabletas de pastillas yacían vacías a su lado.Una vez más, Juan quería acabar con todo. Una vez más, fue cobarde.
Una vez más, quería abandonar a todos.
Una vez más, quería herir los sentimientos de sus hermanos.
Una vez más, solo una vez más.Seguían hablando, murmurando, susurrando, burlándose de el aquellas tontas cabezas a su alrededor.
"Eres un tonto, ¡¡Ya van dos veces en esta semana!! ¡¡JAJAJAJAJA!!"
"Y ninguna va a salir como tú quieres, como tú deseas! ¡JAJAJAJA!"
"¡TONTO!"
"¡TONTO!"
- c-.. cállense... y.. ya- susurró sin fuerzas en su voz.
Un fuerte disparo desde fuera de su habitación resonó, la manija de la puerta cayó al suelo y la puerta fue abierta de una patada.
Una vez más, ahí estaba él.
Una vez más, Roberto llegó.
Ahí estaba Roberto, una vez más, aferrándose a el.- ¿Mi rey? M.. ¡mi rey!- se apresuró a correr hacia él, tomándolo entre brazos y corriendo hacia la enfermería.
Juan, entre débiles susurros rogaba detenerlo.
- d-déjame... Roberto... déjame- el alaudido negó rápidamente- e... es.. u-una orden, déjame- aclaró.
- M-mi rey n... n-no me diga eso, se lo ruego- pidió.
- es una orden, Roberto.- Roberto se tensó, ¿Debía desobedecer una orden directa?
- no.. ¡No me importa!- por primera vez, Roberto se negó.
- ¿De que mierda... hablas? ¡Es.. una orden!
- ya lo dije, Juan, me niego- repite mientras entra a la enfermería.
- ¿Me estás jodiendo?- pregunta apoyandose en la mesa.- no, mi señor, el segundo al mando nos ha informado que el señor G no podrá asistir a esta importante reunión- repite.
- no debes estar hablando enserio- murmura el de máscara, soltando un suspiro.
- este tío, es una mierda- ríe la chica.
- si, lo es- junto a ella ríe el menor de todos.
- ¡Y justo que estábamos los altos mandos aquí!- enojado, el de barba golpeó la mesa.
- déjame llamarlo- pidió quien estaba en cabeza de la mesa.- joder... trae un teléfono, rápido - le dice a quien está de pie a su lado.
El tipo rápidamente salió por un teléfono, regresando en menos de dos minutos.
El hombre llamó al dichoso señor G.
- ¿Hola?- una voz femenina se escucha desde la otra línea.
- oh, Rivers.. que genial, ¿Puedes pasarme a Juan?
- Auron, no, lo siento. Juan aún no ha despertado- responde.
- son las cuatro de la tarde, no puede estar dormido..
- ah, no, no es eso, aún no ha despertado de su desmayo- la chica suspira.
- ¿Desmayo?
- bueno... ya sabes... causado por...
- ¿Consumo de drogas?
- si, también por más.
- entendido, cuando despierte podrías informarle que me llame.
- copiado.