XVI. ¿Abril o Victoria?

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Me desperté sintiendo una humedad en las mejillas, se pasaban por mi nariz y a mi boca. Fruncí el ceño y una risita salió de mi cuando vi a mi bola de pelos favorita sentado en la cama y mirándome de frente; era él quien estaba de travieso llenándome de saliva la cara.

Entrecerré los ojos por la luz de la ventana y me quedé mirándolo por unos segundos mientras le acariciaba la cabecita, luego lo envolví en mis manos y me pasé un ratito abrazándolo hasta que mis ojos se estaban acostumbrando a la luz de la habitación.

Solté a Chip del abrazo y empecé a observar a mi alrededor con cuidado hasta que mi mirada se posó en Abril, estaba profundamente dormida, tenía la boca entreabierta, algunos mechones le caían en la cara y respiraba normal. Sonreí ante la vista y bajé mi mirada hacia su cuerpo, sus pechos eran lo único que la sábana dejaba ver; tenía algunas marcas de besos y mordiscos en ellos. Por supuesto hechos por mí.

El olor a sexo de su cuerpo invadió mi aire, haciendo que nuevamente sintiera una sensación inexplicable. Cerré los ojos y mi corazón comenzó a latir tan fuerte que quería querer salirse de mi pecho. No podía despegar la mirada de aquel medio desnudo a mi lado, era casi adictivo.

Me quedé observándola por un tiempo hasta que finalmente suspiré profundo y me incliné para sentarme en la cama, mirando los alrededores de la habitación. Desde que llegó Abril no había vuelto a entrar a esta habitación y creo que ni siquiera me había fijado antes en cómo estaba decorada. Todas las paredes eran de color rosa, el closet también, casi todo llevaba ese color. Me fijé en otras cosas y ¡demonios!, todo lo que vi a mi alrededor gritaba lo que había pasado en la madrugada. Esto no había sido un sueño, ni mucho menos producto de mi imaginación, esto había sido real. Más que real.

¡Dios! toda nuestra ropa estaba regada por el suelo, algunas cosas estaban sobre la cama y mierda! alcancé a notar mis bragas encima de la lámpara de Abril. Negué con la cabeza ante lo que había visto, definitivamente había sido una locura.

Traté de levantarme de la cama, pero al primer movimiento que hice, cada rincón del cuerpo me dolió, no había duda de que el esfuerzo físico de anoche había sido tremendo. Me dolía cada músculo, cada partícula de mi anatomía. El dolor era peor que cuando hacia ejercicio... bueno, en realidad se puede decir que eso fue lo que hice...

Me paré suavemente de la cama y estiré los brazos, las piernas, rodé el cuello y empecé a caminar en puntitas para no despertar a Abril. Tomé la bata de baño que me había puesto ayer de encima del suelo, me la puse y empecé a caminar alrededor de la habitación recogiendo nuestra ropa de los lugares donde estaba tirada.

Cuando terminé de recoger todas las prendas, puse las de Abril en el bote de su ropa sucia y las mías las guardé en los bolsillos de la bata.

Miré la hora en el reloj de la mesita de Abril. ¡Demonios! eran las 12:00. Ahora entiendo porque Chip estaba encima de mí, lamiéndome y tratando de despertarme, el necesitaba el baño y la comida.

Me acomodé un poco el cabello en el tocador y llamé a las dos mascotas para bajar todos al jardín.

Necesitaba una bendita ducha, pero primero necesitaba comida, así que dejé a los cachorros en el jardín y fui a la cocina para prepararme unos sándwiches, que comí con un jugo de naranja.

Reposé el desayuno por unos minutos y fui en busca de la ducha ...

Cuando abrí la puerta de mi habitación, fue como si un camión me hubiera caído encima. Una corriente por todo el cuerpo, un dolor en el pecho y una profunda tristeza me inundaron...

Mi habitación estaba llena de cosas que me recordaban a Vicky, fotos, regalos y alguna de sus cosas estaban allí. La mente se me llenó de recuerdos con todos los momentos vividos en aquella habitación: las risas, los primeros besos, las peleas, las caricias...

Sᴇrás ᴍɪ ɴᴏᴠɪa | ᴿᴵⱽᴬᴿᴵDonde viven las historias. Descúbrelo ahora