Meses después...
--¿Samy?--
--¿¡Sam!?--
--¡Samy por favor, necesitas descansar, ven a dormir ya!--
Oh por Dios... Abril gemía, se quejaba, chillaba, le daba golpes a mi cama, saltaba en ella. ¡Esta chica me iba a enloquecer!
--¡Sam, ya quítate de ahí!--
Me venía pidiendo lo mismo desde hace unas horas, pero yo la ignoraba y seguía en mi escritorio sin quitar los ojos del computador. En unas horas era la presentación final de mi Tesis y necesitaba estar preparada al máximo.
—Samntha, Samantha, Samantha, Samantha, Samantha, Samantha...-- Maldita vida.
Lamentablemente ella no me ayudaba mucho y la poca paciencia que me quedaba ya estaba por el suelo. --¿¡Samantha, me estás escuchando!?--
--¿Sam?--
--¿Samantha?--.
--¡Samantha Rivera!--. Apreté los puños con fuerza y suspiré tratando de calmarme. Paciencia, paciencia, Samantha.
--¡Maldita sea, deja de ignorarme ya!-- Esta vez me gritó enojada.
Por el espejo vi que cogió una de mis almohadas y comenzó a hacer una rabieta con ella. La azotaba contra el colchón, contra la pared.
Volví mi mirada a la pantalla, negando por sus niñerías, pero al instante sentí esa almohada chocando contra mi cabeza. El golpe me sacudió un poco, pero no me distraje y seguí leyendo los documentos con mucha calma.
Y al parecer eso la enojó más. --¡Uhrggh! ¿¡Vas a seguir ignorándome!?-- Se quejó nuevamente y segundos después, la otra almohada voló, pero esta vez chocó contra mi portatil y lo hizo caer al suelo. No pude evitarlo y estrellé mis puños contra el escritorio. Me levanté furiosa del escritorio, recogí una de las almohadas y caminé hasta quedar en el borde de la cama. Inmediatamente ella se quedó quieta y me quedó mirando asustada.
--¡Tú crees que estoy jugando por Dios! ¡Estoy estudiando, necesito concentración y tu tonta gritería no me deja hacerlo! ¡Si quieres ir a dormir pues ve tú, yo estoy ocupada Abril! ¡No me jodas!-- Le dije bastante alterada y con mucha rabia azoté la almohada contra la cama.
Los últimos días habían sido difíciles para mí, nada me salía bien, estaba muy sensible y me enojaba por cualquier situación. Hoy no era la excepción. Iba a volver al escritorio, pero su voz me detuvo.
--Son las 4:30 de la mañana, ¡maldita sea!, ¡estás no son horas de estar estudiando!-- Cogió la almohada que yo había tirado a la cama y me la lanzó de nuevo en la cara. --¡Lees esa maldita cosa todos los días, es lo único que has hecho durante todo este tiempo y no soporto que me ignores más. Es suficiente!--
--¡Lo hago porque se me olvida!-- Le grité.
--¡Se te olvida porque lo lees todos los días!--
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Sᴇrás ᴍɪ ɴᴏᴠɪa | ᴿᴵⱽᴬᴿᴵ
Fanfiction¿Qué pasa cuando la novia de tu padre se muda a tu casa, y con ella, su linda y sexy hija? Samantha Rivera es una universitaria, buena onda, amigable y abiertamente lesbiana, que ha vivido sola con su padre durante ocho años. Pero él, de repente, l...