¿Qué pasa cuando la novia de tu padre se muda a tu casa, y con ella, su linda y sexy hija?
Samantha Rivera es una universitaria, buena onda, amigable y abiertamente lesbiana, que ha vivido sola con su padre durante ocho años. Pero él, de repente, l...
Definitivamente, esta Abril sí me agradaba, aunque debo confesar que me confundía más. ¡Ashh! Debería dejar de pensar en eso, esto no es bueno para mí—Pensaba mientras bajábamos escalón por escalón. Una vez más, el aroma de Abril me embriagó. Por Dios, ¿por qué ahora noto su aroma?, ¡me estoy volviendo loca! Miré su perfil y noté el chupetón que le había hecho, ahora un poco menos notable.
Suspiré. Sí, también tenía que disculparme por eso.
Bien...hagámoslo. —¿Abril? —Me detuve y, por consecuente, ella también lo tuvo que hacer.
—¿Si?
—Eh... también esa marca —señalé su cuello. Se me subió la sangre a la cabeza recordando el momento. Sentía mis mejillas arder—, lo siento.
—Samy, no tienes que disculparte por algo que yo inicié. Además... yo te hice cosas peores —su cara se transformó en una mueca—. Por favor, solo olvidemos todo. Empecemos de cero
Asentí con la cabeza y seguimos bajando los escalones, para después ir a la puerta del jardín del trasero. Cuando logramos llegar, abrí la puerta y acomodé a Abril en una de las sillas que había contra la pared para que esperara mientras su pequeño Toby hacía sus necesidades.
—¿Puedes quedarte aquí? Debo ir a ducharme y luego hacer el desayuno —pregunté.
—Sí, no te preocupes. Puedo caminar un poco, lo único que se me dificulta es bajar y subir las escaleras.
—Está bien, no tardaré. Ten mucho cuidado —dije mientras me alejaba.
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Estaba llena de pensamientos sobre Abril, ¿por qué de un día para otro, cambió tan radicalmente y por qué ahora yo la estaba viendo más hermosa que antes? Definitivamente nada de esto era normal, debía preocuparme por otras cosas, Abril no debe tener lugar en mi mente.
Después de pensar mucho, volví a lo verdaderamente importante: Vicky, hoy se cumplían dos días y no dejaba de ignorar mis llamadas y mensajes de texto. Tampoco había sido para tanto, estaba tomando una actitud remotamente infantil. Así que una vez más, intenté lo que había estado haciendo por dos días... marqué a su número.
Llevaba más de quince intentos de comunicarme con ella y aún no contestaba. Jodida situación... Vicky no era así... ya me estaba sacando de quicio.
—Está en el trabajo ahora, pero ella perfectamente puede contestarme. Ashhh.
Bufé.
Decidido. No insistí más. Si Vicky quiere que así sean las cosas, así serán.
Dejé mi teléfono encima de la cama y caminé hacia al baño. Luego de minutos de una refrescante ducha, bajé de nuevo hacia el jardín en busca de Abril, pero ella ya no estaba allí, recorrí alrededor de todo el jardín, pero tampoco estaba, ni el pequeño Toby.
Salí de allí caminando hacia a la sala y al pasar por la cocina, me detuve en la puerta. Ahí estaba ella cortando unas rodajas de fruta y preparando unos bocadillos. Me sorprendí al verla allí. Aparte de sus dos perfectas y buenas cualidades tenía habilidad para cocinar. Wow
