Luego de que la fiesta de cumpleaños de mi hermano terminara, tomé mi coche y busqué a Hao, para pasar un rato más con él, mientras mi hermano estaba con su novio.
- ¿Ya... ya comiste?
Zhang Hao: Si – Miró por la ventana - ¿A dónde iremos?
- Es algo tarde, pero estaba pesando que podíamos ir a una sala de karaoke.
Los ojos de Hao indicaban que él tenía sueño, pero Jiwoong no respondía mis mensajes y no sabía por cuanto tiempo debía mantener a Hao alejado.
Zhang Hao: Matthew y Jiwoong pasarán la noche juntos – Bostezó - ¿No es así?
- Podrían haber ido al hotel de mi hermano, para no molestarte.
Zhang Hao: ¿Vamos por otro café?
- A ti te gusta mucho el café – Lo miro – Te llevaré a un lindo sitio.
Estábamos en pleno invierno, por lo que el clima era demasiado frío y un café caliente era una excelente opción para pasar el rato juntos.
Zhang Hao: Mañana tengo clases, pero afortunadamente no muy temprano.
- Yo suelo ir temprano a practicar con el ballet y esta semana debo ensayar más, ya que la siguiente semana comenzaré con las audiciones para ingresar a una nueva compañía y estaré muy ocupado.
Zhang Hao: Eres admirable – Bebió café.
- Hoy me preguntaste en que pensaba cuando bailaba y me temo que te di una respuesta vaga y poco profunda – Bebo café – pero ahora quiero saber que es lo que tú piensas cuando tocas el violín.
Zhang Hao: Depende muchos de mis emociones, a veces soy como tú y solo pienso que debo hacerlo bien, pero otras veces solo estoy expresando mis emociones.
- ¿Y qué emociones sueles sentir?
Zhang Hao: Melancolía – Susurró.
Estaba claro que Hao tenía un conflicto personal que le impedía abrirse demasiado con las personas.
- ¿Alguna vez sentiste amor? – Acaricio su mano – Y no me refiero solo cuando tocas el violín.
Zhang Hao: No, nunca experimenté eso antes.
- ¿Y te gustaría experimentarlo?
Mientras lo miraba a los ojos, por el reflejo de la ventana pude observar cómo caía algo de nieve y entonces, decidí que iba a grabar ese momento en mi mente.
Zhang Hao: Estoy aquí contigo, porque creo que tú eres la persona que necesitaba conocer en mi vida.
Sus palabras eran tan hermosas y delicadas como él, y eso hacía que me sintiera como si lo hubiese estado esperando toda mi vida.
- Cuando te escribí aquellos poemas, no sabía bien que estaba haciendo, pero sentía que quería escribirte algo y las palabras a veces no son suficientes para describir lo maravilloso que eres ante mis ojos.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.