Para tranquilizarme un poco, decidí llevar a Eumppappa a mi apartamento y jugar con ella, mientras mi hermano y su novio se encontraban en el hospital. Aunque, la verdad era que nada lograba calmarme.
―¿Qué haré? ―Me acuesto en mi sofá ―. No quiero pasar por la horrible experiencia de un embarazo, pero, por otro lado ―Miro hacia el techo ―. Creo que Hanbin sería un buen padre.
Mientras pensaba en lo que le diría a mi novio, Eumppappa subió a mi regazo y besó mi rostro.
―¿Tú qué opinas Eumppappa?
Claramente ella no me pudo responder con palabras, pero con su mirada me dijo mucho.
―Lo sé, pero no todo el mundo está preparado o desea tener hijos ―Tomo mi teléfono ―. De lo único que estoy seguro es que amo a Hanbin y lo quiero ver.
No tenía dudas de que mi novio era una persona muy comprensiva y madura, pero de todas maneras temía hablar del tema con él, porque no quería verlo sufrir por mi culpa, al enterarse de toda la verdad.
―Debí tomar la pastilla ―Cubro mis ojos con mi antebrazo ―. Esto es mi culpa.
De un momento a otro Eumppappa comenzó a ladrar y entonces escuché un ruido fuerte que provenía de mi florería.
―Oh no...
Como no sabía que estaba ocurriendo, tomé mi teléfono, dejé a Eumppappa en un lugar seguro y luego bajé por las escaleras que conectaban mi apartamento con la florería.
―¿Quién está allí? ―pregunto con miedo.
Por supuesto que nadie respondió y después de caminar un poco por la florería, me di cuenta que algunos recipientes habían caído al suelo.
―Jay no acomodó bien las macetas ―digo relajado ―. Está bien, mañana lo limpiaré.
Cuando estaba por subir a mi apartamento observé a una silueta oscura que me estaba observando desde la calle y entonces me asusté completamente.
―Es mi acosador...
Con mucho miedo corrí hasta mi apartamento y llamé Hanbin.
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Hanbin: Hao ¿Estás bien?
―Ven a mi apartamento, por favor.
Hanbin: Si, por supuesto, pero ¿Qué ocurre?
―Creo que alguien me está vigilando desde la calle y tengo miedo.
Hanbin: Llama a la policía, yo iré pronto. No te preocupes amor.
―No me dejes de hablar.
Hanbin: Llama a la policía y luego vuelve a llamarme, no te dejaré de hablar hasta estar contigo.
―Está bien.
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A penas terminé la llamada con Hanbin, comencé a llamar a la policía, pero entonces Eumppappa comenzó a ladrar y posterior a eso escuché un ruido que provenía de la habitación de Matthew.
―¡Ahh! ―Grito.
Eumppappa, sin miedo alguno, corrió hasta la habitación, pero yo la tomé entre mis brazos a tiempo.
―Tenemos que salir de aquí.
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