༒ ᴇᴛᴇ́ʀᴇᴏ ༒ (𝓞𝓶𝓮𝓰𝓪𝓿𝓮𝓻𝓼𝓮)

52. ᴍʏ ʏᴏᴜ

Ricky pov.

Después de estar varios días lejos en China, pintado y pasando algo de tiempo con mis madres, regresé a Corea para cumplir con mi parte del trato.

Sentía que mi alma ya se había disociado de mi cuerpo.

―Ya es hora ―Miro mi reloj.

Como no podía regresar al apartamento con Gyuvin, me hospedé en un hotel durante todo el día, hasta que la noche llegó.

―Me odio desde ahora ―Tomo mi teléfono.

Desde que había llegado a Corea, mi teléfono se había mantenido apagado, para evitar comunicarme con Gyuvin de manera impulsiva.

―Si él no me perdona, lo entenderé. Es mi culpa haber dejado ir lo mejor que me ha pasado en la vida.

Jeonghyeon y yo solo habíamos hablando una vez, mientras yo me encontraba en China, pero eso fue suficiente para acordar en que día y en que horario nos veríamos.

―Esta será la última vez que lo vea ―Tomo mi abrigo ―. Tengo que terminar con esto pronto.

De camino al apartamento de Jeonghyeon, mis lágrimas no cesaron.

Era imposible estar feliz.

―Él no me puede ver débil y vulnerable ―Limpio mi rostro.

Ni siquiera me importó como me veía, porque no estaba interesado en lucir bien para Jeonghyeon.

―Gyvuvin ―Toco mi marca ―¿Qué te ocurre ahora?

Podía sentir que Gyuvin no estaba bien y mis deseos de verlo me estaban haciendo dudar de mis acciones.

―¿Qué hago aquí? Debería estar con él ―Toco mi pecho ―. Al diablo todo. Yo no puedo estar con otro hombre.

Sin importarme que ya me encontraba en el edificio de Jeonghyeon, me giré y comencé a correr hasta la salida; pero cuando estaba por cruzar la puerta, Jeonghyeon se paró frente a mi y me detuvo.

―¿Qué es esto?

Jeonghyeon: Sabía que te podías arrepentir.

―No voy a cumplir con mi palabra.

Jeonghyeon: Si lo harás ―Apretó mis brazos.

Jeonghyeon era un Alfa que entrenaba y por esa razón su fuerza era mayor a la mía.

―No quiero hacer esto y tú tampoco quieres estar con alguien que no te desea.

Jeonghyeon: No se trata de si me deseas o no, se trata de que al final, cumplas con lo que acordamos.

Contra de mi voluntad él logró reducirme y llevarme hasta su apartamento, pero en todo el camino solo pensaba que ese era mi castigo por haber sido tan cruel con algunas personas en el pasado.

Joenghyeon: ¿Quieres beber algo?

―Cualquier cosa que me ayude a pasar ese momento, sería bueno.

Jeonghyeon: Entonces espera en el sofá ―Tocó mi trasero.

―No me toques ahí ―Lo aparto.

A Gyuvin le gustaba tocar mi trasero y él era el único que podía hacerlo.

Jeonghyeon: ¿Un whisky estaría bien?

―Lo más fuerte que tengas.

Mientras Jeognhyeon preparaba las bebidas, yo clavaba mis uñas en las palmas de mis manos.

Jeognhyeon: Deja de hacer eso o te lastimarás ―Se acercó a mi ―. Aquí está tu trago.

Sin agradecerle tomé el vaso de whisky y luego lo comencé a beber como si fuese agua.