A pesar de que llevaba varios días siendo el entrenador personal del señor Kim, él no había demostrado ningún tipo de interés en mí y eso, de alguna manera, me hacía sentir extraño, pero cómodo a la vez.
Zhang Hao: ¿Ya te irás?
- Si – Tomo mi bolso – Nos vemos en la noche.
Zhang Hao: Sobre eso – Jugó con su cabello – Tendré una cita.
- ¿De verdad? ¿Con Chenle?
Zhang Hao: Si, desde que nos conocimos solo tuvimos una cita en una cafetería, pero esta vez me invitó a cenar.
- Te entiendo, yo no he tenido tiempo de aceptar ninguna invitación de Taerae, porque he estado ocupado.
Zhang Hao: ¿No tienes tiempo? A veces estás en el apartamento ocupado con tus historietas.
- Es mi momento de descanso – Abro la puerta – Suerte en tu cita y recuerda, si necesitas ayuda, llámame y te rescataré.
Una vez en el hotel Kim, me dirigí al gimnasio para estirar un poco antes de que el señor Kim llegase, pero entonces, sentí que alguien cubría mis ojos por detrás.
- ¿Quién es?
Las manos eran demasiado pequeñas para ser del señor Kim, por lo que estaba muy confundido.
Taerae: Sorpresa – Quitó sus manos – Soy yo.
- ¿Taerae? ¿Qué haces en el hotel? – Parpadeo.
Taerae: Ahora vivo aquí.
- No lo sabía – Digo con sorpresa – Que bueno es verte, ¿Cuándo te mudaste?
Taerae: Hace unas semanas, pero no te lo dije porque no quería molestarte, sabiendo que tú trabajas aquí.
- Cierto, dijiste que eras amigo del dueño – pienso - ¿Del señor Kim?
Taerae: Así es – Me abrazó – Quería verte.
El abrazo de Taerae se sintió sincero, así que lo correspondí con mucho gusto.
Taerae: No era mi intención molestarte en tu trabajo, pero ya pasaron semanas desde nuestra primera cita no oficial y estaba pesando en que quizás podríamos tener una cita oficial, ya sabes, para conocernos un poco más.
- Me gustaría mucho, pero como ves, estoy en el trabajo ahora y mi jefe puede aparecer en cualquier momento.
Taerae: ¿A qué hora terminarás? Pasaré por ti e iremos a cenar.
- Terminaré algo sudado – Digo con pena.
Taerae: No me molestaría llevarte hasta tu casa para que tomes un baño y esperarte para luego salir contigo, ¿Qué dices?
Él era demasiado considerado y amable ¿Cómo no iba aceptar salir con él después de todo?
- Suena bien – Acomodo mi cabello – Salgo dentro una hora y treinta minutos.
Taerae: No te quitaré más tiempo – Besó mi mejilla – Nos vemos luego – Acarició mi brazo – Suerte con tu entramiento.
- Gracias – Digo con pena.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.