Una vez mis heridas físicas y emocionales sanaron significativamente, Hanbin y yo decidimos comenzar con el tratamiento que evitaría que tuviese otro aborto y, de hecho, ya llevábamos dos semanas con medicamentos y una dieta nueva, la cual ambos estábamos siguiendo.
―Extraño beber café ―Hago un puchero.
Hanbin: El doctor dijo que debes reducir el consumo de cafeína ―Acarició mis labios ―. Yo tampoco beberé café.
―¿Qué dijo tu nutricionista?
Hanbin: Está feliz de que mantengo un peso saludable ―dijo con pena ―, pero luego de indicarle que seguía preocupado por no subir de peso y que tú debías limitarte a consumir ciertos alimentos, ella planeó un plan alimenticio adecuado.
―Hoy es tu prueba para el ballet nacional ―Digo con felicidad ―¿Estás listo?
Hanbin: Más que listo ―Se estiró ―, pero me gustaría seguir en la cama contigo.
―Apresúrate ―Lo empujo suavemente ―. Yo pasaré la mañana en la nueva florería y luego almorzaré con mis amigos.
Después de comprar una nueva florería con lo que tenía ahorrado, decidí pasar algo más de tiempo trabajando junto con Jay, a la vez que enseñaba violín de manera particular.
Ahora que ambos habíamos dejado la universidad, nos habíamos enfocado en trabajar y lograr nuestros sueños, apoyándonos mutuamente.
Hanbin: Luego de la audición debo dar una clase de baile ―Suspiró ―. Te veré por la noche ―Me miró con tristeza.
―Te estaré esperando ―Lo beso ―. Disfruta de tu día, prince. Lo estás haciendo muy bien.
Hanbin: Tomemos un baño juntos ―Me abrazó ―. Quiero comenzar mi día de esta manera.
―¿Qué quieres hacer? ―Toco su nariz.
Hanbin: Quiero hacer el amor contigo para comenzar mi día de una buena manera.
―Me gusta ese plan ―Lo beso ―. Yo también quiero comenzar mi día de una buena manera ―sonrío ―. Hay que darnos prisa.
Hanbin: Tenemos tiempo ―Salió de la cama ―. Ven conmigo, princess ―Estiró mi mano ―. Seamos felices.
―Contigo siempre soy feliz ―Tomo su mano.
Hanbin me llevó hasta el cuarto de baño cargándome como a una princesa y eso me hizo sentir muy feliz.
Él siempre era detallista y cuidadoso conmigo.
Él era el hombre perfecto.
¿Por qué su padre quería que cambiase cuando no había nada que cambiar en él?
Hanbin: ¿Tienes frío?
―No ―Muevo mi cabeza ―. Tu cuerpo siempre me da calor.
Hanbin: Tu piel es muy sensible ―Besó mi cuello.
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