No esperaba que nadie nos quisiese atacar, pero, de todas maneras, sabía que seguía teniendo muchos enemigos y que era probable que en cualquier momento la tormenta podría desatarse.
―¡Matt, llama a tu padre ahora!
Matthew estaba algo en shock, pero de todas maneras tomó su teléfono y le marcó a su padre.
Matthew: Te acabo de enviar la alarma. Rastrea mi ubicación y manda refuerzos ―Me miro ―. Nos atacaron y nos están persiguiendo. Es solo un coche, pero ya nos dispararon. No, ninguno está herido, pero estamos en peligro.
A penas Matthew terminó de hablar, él se aferró a su cinturón de seguridad y comenzó a respirar profundamente.
―Baby, no te asustes. No voy a dejar que nada te ocurra.
Matthew: Señor Kim... no nos puede ocurrir nada. Nuestros bebés nos están esperando y nos necesitan ―dijo llorando.
El coche nos seguía persiguiendo, por lo que intenté meterme por calles diferentes para perderlo.
―Baby, agáchate. Cúbrete bien, por favor.
Matthew: Jiwoon hyung... No quiero que te pase nada ―dijo llorando.
―No me pasará nada ―Giro el volante ―¡Cúbrete!
Matthew hizo lo que le pedí y luego de agacharse siguió respirando profundamente. Quizás, como Hanbin le había enseñado para controlar su ansiedad.
―Mierda... ―Giro el volante.
Otro disparo impactó, esta vez contra una de las ruedas traseras, y por lo tanto perdí el control del vehículo y lo único que pude hacer fue girar para evitar estrellar del lado de Matthew.
Matthew: ¡Jiwoon! ―Sostuvo mi mano derecha.
El coche estaba perdiendo el control, pero con un último movimiento coloqué el freno de mano. Logrando así que el otro vehículo intentase frenar, pero viendo que se venía contra nosotros, me quité el cinturón y abracé a Matthew para protegerlo.
Matthew: ¡Ahhh! Jiwoon hyung... ―escondió su rostro en mi pecho.
El coche impactó y en cuestión de segundos sentí como mi cuerpo se apartaba del de Matthew, por lo que me aferré más fuerte a él y luego de eso comencé a sentir mucho dolor.