Como cada día de sus vidas, los chicos se agazapaban al resguardo de las sombras. Sus respiraciones eran agitadas y la carrera que acababan de echar para esconderse era digna de un maratón. Aún así, era lo único que podían hacer para sobrevivir.
Horas antes, una nueva mañana se había presentado ante ellos. Todos estaban vivos y planeaban seguir estándolo, por lo que se pusieron en marcha hacia la ciudad una vez más para "tomar prestada" la comida que los ciborgs guardaban con recelo.
-Esos cabrones no necesitan la comida, ¿por qué cojones nos hacen la vida más difícil a los humanos?- dijo Yuta recuperando el aliento.
-Baja la voz o llamarás su atención, y no tienes cara de querer seguir corriendo. - le reprochó en un susurro Taeyong.
-Ni él la cara ni yo las ganas, así que shh. - añadió Doyoung con dificultad.
Los accesorios que llevaban hacían compleja la comunicación hasta cierto punto. Sin embargo, llevaban tanto tiempo juntos que bastaba con una simple seña para que pudieran entenderse a la perfección.
Su sincronía era digna de estudio. Todos sus movimientos reflejaban la conexión que guardaban los unos con los otros. Al fin y al cabo, era lo que debían hacer si querían ver juntos un nuevo amanecer.
-Jungwoo, mándale la señal a Johnny. Dile que estamos en la calle de arriba, que nos han acorralado y hemos tenido que cambiar de posición. Que llegue aquí cuanto antes. - ordenó Taeyong.
Y como si nada, sin hacer ruido, salió él solo de su escondite y, con una llave de cabeza y fuerza bruta, consiguió derribar al cibrog que escaneaba el callejón en busca de humanos.
Mientras Jungwoo obedecía, Doyoung hacía recuento de los víveres que habían recolectado. Pocos segundos después de que Taeyong abandonara el escondite, Yuta atajó a otro humano robótico, aunque en su caso, de frente, y lo golpeó con los puños hasta desfigurar la cara del difunto al que habían mancillado.
-Putos desgraciados. No tenéis respeto por las vidas ajenas. Cabrones.
A cada puñetazo le seguían una serie de insultos, y así hasta que el joven de origen japonés acabó salpicado por una mezcla de aceite y sangre que salía del monstruo. Pero eso no despertaba compasión en el nipón, sino que más bien le alegraba la vista. Con cada golpe se venía más arriba, y la emoción se reflejaba en su gran sonrisa y las carcajadas que salían de su boca. Este era su terreno. Podías sacar al muchacho de las peleas, pero no las peleas del muchacho.
-Ya hace rato que está muerto, Yuta. Te vas a fastidiar los nudillos y después sí que vas a ser un fastidio tú, quejándote todo el día. - le advirtió Taeyong desde atrás. - Asegúrate de destruír su memoria y cualquier disco duro que pueda descubrirnos.
Aun con la adrenalina recorriendo su cuerpo en busca de más maneras de escapar de él, Yuta terminó su trabajo y volvió con los demás. Una vez reunidos los cuatro, cargaron cada uno con una mochila y se pusieron en camino hacia donde estaba Johnny esperándolos con un todoterreno.
Una calle y media más arriba de su anterior escondite, el designado condutor estaba sentado en el Range Rover blanco. Así como los vió llegar, bajó del vehículo y los ayudó a guardar las bolsas en el maletero.
-Hay que darse prisa. - advirtió el americano. - De camino hacia aquí he visto dos camionetas, deduzco que llenas, patrullando la zona. Llevaban las luces encendidas, lo cual significa que saben que estamos aquí. Como nos atrapen hoy, todo el campamento estará jodido, no sólo nosotros.
-Lo dices como si no estuviéramos ya con el agua hasta el cuello...
-Estoy seguro de que eres el alma de la fiesta, Doyoung. - soltó Yuta en tono burlesco mientras rodeaba con su brazo los hombros del más joven.
-Solo soy realista. Después de ver todo lo que hemos podido conseguir, estoy seguro de que habrá gente que se va a quedar con hambre.
-No creo, confío en Minjoon y su equipo. Haechan es muy inteligente y Mark es muy hábil. Con la fuerza de Jaehyun, estoy seguro de que conseguirán lo que quiera que nos falte. Solo sube al coche y relájate, has hecho un buen trabajo hoy. - añadió Taeyong apresurando a los menores a subirse al vehículo.
-Eso espero, no quiero volver a cenar una manzana y un vaso de agua.
Una vez en marcha, circularon por las calles de la ciudad hasta llegar a la salida, que era donde se suponía que iban a encontrarse con el equipo de Minjoon.
-¿Qué tal vuestra expedición, aventureros? - preguntó Johnny de una ventanilla a otra.
-Como siempre, esos dichosos robots dando por culo mientras tratamos de ganarnos el sustento. - Jaehyun se veía algo cansado, pero eso no evitaba que sus hoyuelos se asomasen por debajo de la tela. - Hemos conseguido llenar seis mochilas, ¿vosotros?
Yuta se giró en el asiento y, saltándose a Jungwoo, miró a Doyoung mientras sonreía y arqueaba una ceja. En su cara estaba reflejado un claro "te lo dije", al cual Doyoung respondió girando los ojos, agotado de tanta riña.
-Nosotros hemos conseguido cuatro. Al parecer, esos mierdas han incluido nuevos residentes y ahora tienen más bocas que alimentar.- respondió Taeyong
-Pero si no comen comida humana, les cuesta digerirla. - protestó Mark desde el asiento trasero.
A su lado, Haechan iba calculando en su mente cuanto iba a tocarle a su grupo. De toda la comida que conseguían, debían repartirla con la colonia, puesto que había enfermos que no podían salir a buscarla por sí mismos. Desde fuera, se veía como un gran acto de caridad de este pequeño equipo de jóvenes que arriesgaban su vida para traer alimentos. Desde dentro, era una manera de autosabotaje. Ponían su vida en juego, sí, pero a cambio de una miseria y algo de "reconocimiento". La comida cada vez era más escasa porque mucha gente había contraído el virus, lo que les dificultaba ser autosuficientes y, por tanto, eso hacía que hubiera más personas de las que cuidar. Por otro lado, los ciborgs habían añadido más números a su falsa civilización, y ya todos sabían cómo funcionaba esto. Cuantos más murieran en la zona subterránea, más gente viviría en Upper Ground.
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Vida
FanfictionFANFICTION - NCT Post-apocalipsis. En un mundo que sufre las consecuencias de su rebelión contra lo inevitable de su creación, la humanidad debe buscar la manera de sobrevivir y adaptarse a las circunstancias. ¿Cuál es el valor de una vida? ¿Quién...