Capítulo 28

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Un disparo en su dirección fue el pistoletazo de salida que necesitaban. A fondo, Minjoon huyó del lugar quemando ruedas, pegado en todo momento al coche de Johnny. Cómo lo había conseguido, él no lo sabía, pero el vehículo arrancó y ahora estaban poniendo distancia entre ellos y los Buscadores.

-Tenemos que quitárnoslos de encima cuanto antes. - dijo Jaehyun mientras trataba de calmar a la bebé en sus brazos.

En el asiento de atrás, las dos mujeres iban agachadas evitando las balas que podían atravesar la luna trasera.

Una curva a la derecha, otra a la izquierda, calle arriba, calle abajo. Nuevamente, ambos conductores se veían enfrascados en una persecución. La berlina de Johnny no era la más rápida pero, al menos, los ocupantes tenían espacio para sentarse y cargar las mochilas que habían alcanzado a recoger del camión. Sacaron todas las armas que pudieron y las prepararon para lo que podría pasar.

-Johnny. - avisó su copiloto. - Estamos saliendo de la ciudad, pero por la zona sur.

-¿Qué ruta tendríamos que tomar para llegar cuanto antes a la zona este? - preguntó cambiando a una marcha mayor a medida que aumentaba el cuentaquilómetros.

-No creo que lleguemos muy lejos. - advirtió Taeyong desde atrás. - ¿Tenemos combustible siquiera?

-Depende de lo lejos que tengamos que ir. - respondió el conductor evitando la cruda realidad.

-Entonces no alcanzaremos mucho más. - lo expuso Jungwoo a su lado. - ¿El bosque? - sugirió señalando los árboles que se encontraban a su derecha. 

-¿Estás seguro? - cuestionó aterrorizado Doyoung. - ¿Y si el coche no pasa por ahí?

-Nos bajaremos de él. - añadió Yuta como si hubiese leído la mente del menor. - Es más fácil escondernos ahí, sobre todo ahora que está cayendo la noche. 

Y no mentía. Con un volantazo, Johnny dejó claro cual era su plan. La confusión invadió el segundo coche, pero no cuestionaron los métodos, el final iba a ser el mismo. Ambos vehículos, aunque no lo supieran, tenían un mínimo de combustible que ahora era aún menor. Sin descender la velocidad, se adentraron entre los árboles por caminos de tierra. Los seguían a cierta distancia, algo más ancha que al principio de la carrera, pero suficiente como para darles tiempo para bajarse del auto y echar a correr nuevamente entre los arbustos. La luna era la única luz que tenían para ver el camino. Sus pisadas eran rápidas pero ligeras, al menos las de la gran mayoría. Eran expertos en huir a hurtadillas, evitando ser oídos a toda costa. Tardaron un tiempo en dejar atrás a sus cazadores, pero no habían dejado de ser una presa. 

En cuanto estuvieron seguros de que no los seguían, tomaron un descanso para juntarse de nuevo, dar cuenta de heridas o complicaciones y planear una nueva estrategia. Los rasguños por las ramas eran visibles, pero nada de qué preocuparse. Caminando, se encontraron con un viejo almacén abandonado. 

-Descansaremos ahí. - decidió el líder. - Es mejor que nada y hay quien necesita ese descanso.

Sin querer, sus ojos se desviaba hacia la madre, quien tenía dificultades para recuperar el aliento; sus piernas flaqueaban y parecía que podría desmayarse en cualquier momento.

Yuta, Johnny y Taeyong entraron primero, rastrearon el lugar en busca de peligro y regresaron poco después junto a los demás, quienes los esperaban agazapados entre uno matorrales. Jaehyun aún sostenía a la niña, que ahora descansaba después de haber estado llorando desconsolada durante horas. A su lado, su madre acariciaba su mano con cuidado, tratando de recuperarse del shock tras la persecución; su cara estaba contorsionada a causa del pánico.

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