El ambiente estaba tranquilo. Las calles del pequeño pueblo eran acogedoras, al menos si conseguías ignorar la pobreza que asolaba cada rincón. A pesar de ello, la gente era amable y altruista, pues habían acogido a los chicos de muy buena gana. Al menos al grupo 127.
-Esos idiotas de ahí han vuelto otra vez para incriminarnos por algo que no hemos hecho. - protestó un señor de avanzada edad mientras daba un sorbo a su vaso de vino casero.
-Calla, hombre. - riñó otro. - A ver si te van a llevar preso a ti también por hablar así de ellos.
-¡Pues que me lleven! Aunque espero que estén preparados porque yo también sé pelear. - rio el primero. - ¿Y tú, chico? ¿Sabes pelear?
Minjoon lo miró confundido y soltó una risilla nerviosa, pues no sabía qué o si debía contestar. La rústica taberna en la que se encontraban estaba llena de viejos granjeros o pescadores que pasaban sus últimos años dedicando su tiempo al ocio. El resto de los habitantes, mientras tanto, seguían con sus tareas. Es por eso que los ocho chicos habían decidido probar suerte allí. Como era un pueblo relativamente pequeño, confiaban en que todo el mundo sabía todo de todos, así que, quizás, alguien en aquel bar podría darles alguna pista, o aún mejor, una respuesta.
-Bueno, yo...sé defenderme, supongo. - respondió el mayor.
-Así me gusta. - asintió orgulloso el hombre, cruzándose de brazos. - Un buen Buscador debe saber proteger a los suyos así como a sí mismo. Cada vez son peores los soldados que se supone que nos vienen a proteger...
-Ya empieza...- sacudió la cabeza el hombre tras la barra.
-¡Pues claro que empiezo! - se giró el hombre cabreado y ofendido a partes iguales. - Estos hijos de ciborg ya vinieron la semana pasada a nuestra casa a incriminar a mi nieta de causar una revuelta en contra del ejército. ¡¿Pero quién se creen que son?!
-¿A su nieta? - aprovechó Taeyong la predisposición del anciano a contar todo lo que sabía.
-Sí, mi preciosa Lillith. Esos sinvergüenzas intentaron interrogarla y torturarla para que hablase de una revolución que se suponía que lideraba. ¡Hasta la acusaron de bruja y no sé qué más tonterías! - la vena de su cuello amenazaba con explotar.
-Lamentamos oír eso. - se compadeció Johnny, tratando de tirarle de la lengua sin que fuera muy cantoso. - Liderar revueltas en contra de nuestro sistema es un delito grave, sin embrago, la brujería no. Me extraña que hayan hecho eso.
-¿Me estás llamando mentiroso, chico? - dijo el señor, reincorporándose en la silla.
-No, todo lo contrario. Si es cierto que han acusado a su nieta...
-Lillith.
-...Lillith, de brujería, no son soldados profesionales. Nosotros no caeríamos tan bajo, al menos. - terminó su discurso asintiendo satisfecho.
El anciano lo miró dudoso durante un par de segundos mientras los demás se mostraban expectantes, confiando en que la labia del segundo mayor daría resultado. Tras decidir un veredicto, el hombre soltó una carcajada y se volvió a recostar en el respaldo.
-¡Ves a lo que me refiero! ¡Esto es un hombre que se toma enserio su trabajo! Me caes bien, chico.
-Gracias, señor. Mis compañeros y yo tratamos de ser la excepción a la que parece ser la nueva norma. Al fin y al cabo, el grupo que vino con nosotros fue el que dio el aviso de una supuesta revolución en esta zona, y se jactaron de haber interferido de manera exitosa. Una vergüenza. - las expresiones del americano eran cómicas y exageradas, pero despertaban confianza en el anciano, la suficiente como para poder conseguir alguna pista sobre lo que realmente pasaba allí.
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Vida
FanfictionFANFICTION - NCT Post-apocalipsis. En un mundo que sufre las consecuencias de su rebelión contra lo inevitable de su creación, la humanidad debe buscar la manera de sobrevivir y adaptarse a las circunstancias. ¿Cuál es el valor de una vida? ¿Quién...