Vida

Capítulo 19

Cuando los convoyes frenaron a su lado, los chicos llevaron las mochilas a sus hombros y se despidieron de los que quedaban en tierra.

-Grupo 127. - los llamó uno de los conductores. - Vosotros iréis aquí.

-Gracias, señor. - le respondió Taeyong, quien se giró para hablar con los pequeños. - Portaos bien y cuidad de mis chicos, ¿vale? Y no os olvidéis de proteger a mamá, os quiere mucho y es la persona más especial de vuestra vida, ¿ok? - les susurró en cuclillas mientras le revolvía el pelo al pequeño Nick.

-¡Sí, señor! - le respondieron los dos al unísono. - Cuide usted de Via, por favor. ¡Es la mejor hermana del mundo! - le pidió Patrick casi como si fuera un secreto.

-Por supuesto. - asintió.

-Ya veréis como la semana se pasa en nada y podemos volver a jugar todos juntos. - los animó Yuta. - Mientras tanto, cansad mucho a esos dos. - añadió con una sonrisa pícara mientras señalaba a Mark y  Haechan, ajenos a su conversación, muy ocupados arreglando los detalles con la señora Williams. 

-¡Sí!- sonrieron. 

Con el corazón encogido por la ternura de sus voces y sus gestos, y tras intercambiar gritos de despedida por enésima vez, los ocho integrantes del grupo se subieron al camión, con tan mala suerte que les esperaba el diablo en persona.

-¡No me jodas! 

-Tampoco quería verte, Miles. - rodó los ojos Johnny.

-Este sí que va a ser un viaje interesante. - sonrió sarcásticamente Doyoung.

-El puto Sam ha organizado esto. - gruñó entre dientes el americano del 113.

-Nah, seguro que ha sido el Perro ese. - rio incrédulo su compañero.

-Tyler tiene razón. - habló una chica bajita y rubia. - Sobaka es de hacer estos chanchullos.

-¿Ves? Britt si me entiende...

Mientras los tres integrantes del grupo 113 que iban en ese vehículo protestaban entre ellos, los del 127 intercambiaban miradas tratando de leer el ambiente, aunque las caras del pelirrojo y del pelinegro daban claras señales de que aquello no iba a acabar bien. Tardarían medio día en llegar a su destino, y a pesar de tener varias paradas planificadas, sería complicado llegar a ellas sin que nadie recibiese un puñetazo.

-La señora Durand no debe de haber pensado mucho en como distribuir las plazas...- protestó Minjoon con una sonrisa.

-Tendremos que sobrevivir hasta la primera parada. Vamos a ver a los chicos por fin, hace ¿qué? ¿Un año que no los vemos? - lo animó Johnny.

-¿Cómo les irá? Desde que los ascendieron a Buscadores, andan demasiado liados como para poder hablar. - dijo Jungwoo con una sonrisa triste. 

-Seguro que les va bien. Ese rascacielos sabe como apañárselas. - rio Jaehyun.

-Pero si estabas con nosotros...- levantó Doyoung una ceja.

-Lo tuyo ya es personal con él, ¿eh? - se rieron todos ante la velocidad de respuesta de ambos, el pelinegro y Taeyong.

-No es nada personal, es que me molesta que, cuando las cosas empeoran, decide irse a dormir fuera de casa...- explicó.- ¿Es que no teníamos cosas que preparar?

Solo bastó con ver su cara para saber que Doyoung no estaba bien. Minjoon fue el primero en alertar a Taeyong con una mueca, quien entendió al instante lo que ocurría. Todos sabían de sobra que Doyoung cargaba con una compleja ansiedad a sus espaldas, y no era la primera vez que lo pillaban discutiendo solo y mencionando a sus padres. Es por eso que el líder supo inmediatamente qué había pasado y que la condición del pelinegro era complicada, ya que era altamente probable que todo lo que había pasado hubiese alterado sus nervios.