Capítulo 30

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No sabían cuánto llevaban allí. Solo sabían que debían ser horas, muchas, porque el sol ya estaba en lo alto y amenazaba con descender nuevamente. Algunos se habían rendido al cansancio sin ninguna otra opción tangible. No se habían dirigido más que miradas, perceptibles gracias a la luz que se colaba por la entrada. 

Taeyong y Johnny fueron los primeros en abandonar el sitio. Salieron para asegurarse de que podían volver a intentar huir y dejar atrás ese infierno. Tenían que regresar a casa, confiaban en que alguien todavía los esperaba. Recorrieron varios senderos diferentes, siempre agazapados entre la maleza y los arbustos, se separaron y se juntaron varias veces. Finalmente, encontraron un camino entre los pinos que llevaba a un río. Si no estaban equivocados, ese era el Río Norte, probablemente alguno de sus ramales. Si lo hacían bien, podrían cruzar de una ciudad a otra a través de él. Ir por agua era complejo y no tenían margen de error, ya que si los atrapaban allí, no podrían escapar. Pero en aquel momento era todo o nada. No sabían cuándo podrían encontrarlos de nuevo, no tenían ni idea de cuántos vendrían esa vez. Nada. Pura incertidumbre. Por eso, debían arriesgarse. Minjoon estaba malherido, una bala había alcanzado su cadera derecha. El proyectil no había salido y la propia herida dificultaba su movilidad, sin contar la amenaza de muerte que suponía perder tanta sangre. Debían darse prisa.

El lugar estaba lejos de la cueva en la que se habían resguardado, así que se apuraron lo más que pudieron. Al llegar, informaron a todos del plan a seguir. Hubo contradicciones y dudas, pero rápidamente se pusieron en marcha; a nadie le sobraba el tiempo.

-Hey. - habló Williams. - ¿Quieres que cargue yo a la niña un rato? Llevas con ella demasiado tiempo, también mereces descansar.

-No, gracias, estoy bien. - fue todo lo que dijo Jungwoo. 

En su cara se reflejaba el horror de haber visto aquel cuerpo sin vida. Otro más. La diferencia de este y los demás muertos era que a ella sí la había llegado a conocer, había interactuado con ella más que con los otros. El viaje en coche duró casi medio día, así que tuvieron tiempo de sobra para conocerse un poco. Y eso tocó su fibra sensible. De algún modo, le recordaba a su madre; no físicamente, pero sí su manera de hablar o sus preocupaciones. Y eso ardía por dentro. Esa espina que nunca se pudo quitar irritaba su piel una vez más, recordándole que aún seguía ahí clavada. Afligido, caminaba sin mediar palabra con nadie, visiblemente perdido en sus pensamientos. No insistieron más. Sabían que Kim podía llegar a ser extremadamente testarudo y no valía la pena gastar energía innecesaria en riñas. 

Era invierno, pero el sol calentaba con fuerza. Alguna que otra perla de sudor decoraba sus pieles. La ropa se pegaba a su cuerpo y empezaba a ser una molestia; pero eso no importaba. Minjoon caminaba como podía, apoyado en los hombros de Taeyong y Jaehyun. Yuta lideraba la marcha junto con Johnny; Olivia y Jungwoo iban en el medio de la procesión, y Doyoung iba detrás, manteniendo el camino despejado y evitando que los pudieran rastrear a través de cualquier tipo de huella.

-Al girar esa esquina encontraremos el río. - señaló al americano. 

-¿Había alguna barca o algo? - cuestionó Doyoung de nuevo.

-Creo recordar que había una atracada en la orilla. - respondió Taeyong.

-¿Será suficiente?

-Tendrá que serlo.

No tenían muchas más opciones. Volver a N-0010 era claramente un suicidio, y atravesar el bosque iba a ser más complicado que viajar en barca siguiendo la corriente. 

Al acercarse a la orilla, efectivamente, había una vieja barca de madera que seguramente algún habitante del pueblo usaba para salir a pescar. Se aseguraron de que flotaba bien y no había fugas, y subieron lentamente a Minjoon, recostándolo en el suelo.

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