Capítulo 8

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Tan pronto como recibieron la orden, todos sacaron de sus bolsillos unas máscaras muy llamativas y distintas las unas de las otras. Era su as en la manga para despistar a la IA. Con las máscaras puestas, su reconocimiento facial no servía, puesto que no podían reconocer ante que criatura se encontraban. Que los ciborgs se paralizasen ante la incongruente información que recibían les daba tiempo a atacar primero. El robot reconocía a un humano por la temperatura corporal, pero confirmaba su especie con los rasgos faciales. Ese había sido el error que los humanos descubrieron en el enemigo, y desde entonces evitaban enseñar sus caras para ser reconocidos como tal. Con ellas puestas, la IA los clasificaba como animales y, por tanto, no tenía una primera respuesta automática de atacar y asesinar. El hecho de que algunas de ellas fuesen coloridas o brillantes solo hacían hincapié en esa teoría.

-Bonita máscara, Olivia.- comentó Mark mientras se ajustaba la suya.

-Liv. Llamadme Liv. Y gracias, la tuya también es...muy brillante, sí.

-Oh, Liv. Comprendido. Gracias.

-La has hecho tú, supongo.- inquirió la joven.

-Sí, son piedras de antiguas reliquias. Un recordatorio de donde vengo.- sonrió algo apenado el joven. 

-¿Y la tuya también, Haechan? Tiene buena pinta, parece una máscara de gas.- dijo Liv mientras se giraba para encarar al chico.

-Sí, lo mismo que Mark. Supongo que todas las máscaras son un recuerdo de donde venimos, no sé si bueno o malo, pero que sirven para saber por qué estamos aquí en cierto modo. 

-Vaya, que filosófico. No sabía que podías ser tan profundo...-se burló Jaehyun desde el asiento del copiloto.

-Bueno, aún puedo ir más profundo que tú...

-¡Alto ahí, vaquero! No empecéis con el doble sentido. Tenemos una joven señorita en el coche, un poco de modestia. - interrumpió el conductor.

-Oh, vamos, Minjoon. No tiene cinco años.- protestó Haechan. - No se va a asustar.

-Pero Minjoon sí, así que respeta a tus mayores.- le reprochó el alto.

-Tiene razón, no soy una niña. Ya tengo veintiuno, así que...

-¿Veintiuno?- preguntó Mark asombrado.

-¿O sea, que eres de la misma edad que Jisung? ¡Eres un bebé! Lamento el chiste de antes.-dijo el de pelo castaño llevándose una mano al pecho con dramatismo.

-Cállate, Haechan, que solo eres dos años mayor. Además, tú si que eres infantil.- rechistó Jaehyun.

-¿Sabes? Puedes empezar una guerra con Doyoung y ganarla, pero yo no pienso dejarte hacer lo mismo.

-Y no podremos escuchar la radio un rato, ¿no? - se quejó Minjoon.

-Si nos deleitas con tu hermosa voz, sí. Si no, paso.- dijo el menor. 

Ante tal petición, Minjoon subió un poco el volumen del aparato. En ese momento sonaba Take Me To Church de Hozier, y junto con la harmoniosa voz del conductor, el coche parecía que se encontraba en la autopista hacia el cielo en lugar de al infierno. 

-Canta genial aún con la máscara puesta, ¿eh?- se dirigió Haechan a su compañera de asiento.

Así como la joven asintió, Haechan y Jaehyun se unieron para acompañar al vocalista designado del equipo. Aun por debajo de la máscara, Mark sacudía la cabeza al ritmo de la canción con una expresión contradictoria: mientras su cara reflejaba una mueca similar al asco, lo que significaba era en realidad que estaba disfrutando de la actuación en directo. Olivia por su parte se dedicó a acompañar a Mark en su disfrute en silencio mientras observaba el panorama frente a ella desde el asiento del medio.

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