9.

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Luego de llegar a casa, me espante. Como hacía tiempo no me pasaba, me quedé aterrorizada.

El terror en los puros e inocentes ojos de Toni me devastó.

Nunca pensé que algo así me afectaría. Por lo general, o hasta donde yo sabía, adoraba ver que las personas  ya fueran humanos o no, me tuvieran miedo. Amaba la sensación de ver el miedo en sus ojos.

Pero...con Toni...es diferente.

Ahora me doy cuenta de que todo con ella es diferente.

–¿Toni? ¿Está todo bien?

Me acerqué lentamente a ella y me senté a su lado.

–Yo...bueno...Cheryl yo.–entonces rompió en llanto.

–Toni.–mi voz salió casi en un susurro.

Solo la abracé, deje que se desahogara en mi regazo, no sabía como actuar.

El tacto no es mi fuerte asi que yo solo la abracé y le acariciaba la espalda para consolarla.

Luego de un rato sus sollozos disminuyeron y por fin pudimos hablar.

–Cheryl lo lamento.

–Tranquila, ¿puedes contarme que te hizo llorar?

–Mira.–Me mostró la palma de su mano que hasta ahora tenía cerrada en un puño.

Tenía una cortada enorme, casi le traspasaba la palma de la mano por completo.

–¡Por Dios Toni! Voy a buscar un botiquín de primeros auxilios.–me levanté y fui corriendo a mi habitación.

Entre al baño y tomé la caja de una de las encimeras.

Baje las escaleras prácticamente volando porque me saltaba como cuatro escalones, y no estoy exagerando.

–Cheryl, en serio estoy bien.–me dijo cuando llegué y tomé mi antigua posición.

–De verdad estás loca. ¿Cómo te hiciste esto?–Le dije mientras buscaba en la cajita un algodón, alcohol, y vendas.

–Soy un poco torpe lo lamento.–¿un poco?

–Toni, esto te va a arder un poco.

Podría jurar que a su cara se le fueron todos los colores.

–Me lo merezco.

Ella definitivamente no está está sus cinco sentidos.

–¿Qué pasó Toni?

–Yo...estaba fregando los platos en la cocina.–le cuesta trabajo hablar. En el momento que toqué su delicada piel con algodón embarrado de alcohol ella se estremeció.–Cuando...estaba en el...
Orfanato...un día me acusaron de ladrona de haber robado parte de la vajilla de la señora y...yo empecé a temblar.–empezó a llorar de nuevo, aunque no se si es porque le arde la herida o el recuerdo.

–Toni...esta bien si no puedes contármelo  lo entiendo.–tampoco voy a forzarla a que me cuente su vida completa.

–Yo...es que si quiero contártelo. Pero, para mí es un recuerdo traumático así que me cuenta un poco.

–Vale.–ya casi terminaba de limpiar la herida.

–La señora no me creyó y me hizo la vida imposible hasta los últimos años que estuve allí.–Mi prima tenía razón, Toni no la ah tenido nada fácil, quizás por eso es tan sensible.–una de las cosas que esa señora me hizo fue lastimarme con trozos rotos de la vajilla que supuestamente yo robe.

–Santo cielo Toni eso ni siquiera es legal. Esa mujer debería estar tras las rejas.

–La institución donde me crie fue en las hermanas de la misericordia. Allí... bueno...hacen transformaciones. A las personas que pertenecen a la comunidad LGBT las hacen salir de ella con terapias psicológicas y algunas torturas.

Mi "Inocente" BabyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora