Mi "Inocente" Baby

29.

Pov. Cheryl

No planeo contarles el resto de la fiesta con lujo de detalle, pero hay algunos pequeños datos que deben saber.

En primer lugar, me di cuenta de que en esta semana Toni maduró bastante, ahora ella tiene más autoestima, no se deja influenciar fácilmente por los demás, por lo visto tiene muy en claro lo que quiere. Aunque su actitud, ahora desafiante, me logra sacar de mis casillas muy rápido.

Por lo general yo no soy de tener mucha paciencia, a pesar de eso ella antes no me alteraba su forma de ser o responder ante mis ordenes, dado que ahora ella es quien parece dar las voces de mando me siento un tanto desorientada, no sé como debería reaccionar porque no quiero que se enoje conmigo o desaparezca de mi vida definitivamente, así que termino enojándome conmigo misma.

En un segundo plano, estoy super ansiosa por llegar a la casa de Joaquín y Kevin, quedé con Toni en llegar las seis de la tarde, son las cinco y media y ya me estoy estacionando en el parqueo de la casa, no creo que se tome mal que llegue un rato antes.

Me paré delante de la puerta, tomé una gran bocanada de aire y toqué el timbre.

–Hola TT.–la saludé animadamente apenas abrió la puerta.

Traía puesto un conjunto deportivo que la hacia ver demasiado sexy, si esto sigue a este paso no voy a poder controlarme.

–Hola Cheryl. Recuerdo haberte dicho claramente durante la fiesta que llegaras a las seis, vienes media hora antes de lo acordado.–dijo recostándose al marco de la puerta mientras cruzaba sus brazos.

Me da la impresión de que está molesta.

–Yo...bueno, lo siento. Estaba muy ansiosa por venir, así que no me fije en la hora, incluso pensé que venía tarde.–mentí. Ella entrecerró los ojos.

–Si...claro. ¿Adivina que, astuta pelirroja?–ella se acercó un poco a mi, mi corazón se empezó a acelerar.–No te creo. Estabas tan ansiosa por venir a verme y arreglar las cosas conmigo, que por tu cabeza pasó que yo no haría nada al respecto. ¿Y sabes que? estaba, de hecho, estoy haciendo ejercicio, empecé cuando me mudé aquí, aun no termino, así que si no te importa esperar estos treinta minutos aquí afuera.–dicho esto prácticamente me cerró la puerta en la cara.

–¿En serio?

Dios mío, ¿qué demonios le pasa a ella? ¿por qué esta siendo tan borde conmigo? ¿me estará castigando? ¿en qué momento me volví tan obediente? 

En fin, decidí sentarme en las escaleras de la entrada principal.  Esperar media hora no es tanto, pero con la ansiedad que tengo es toda una vida.

Empecé a jugar con el suelo, mis pies, las sombras, observaba la calle, atendía al tráfico, busqué entretenimiento en todo lo que me fuera posible.

Luego del tiempo de espera, Toni Topaz decidió dignarse en abrirme la puerta.

–Entra.–me dijo haciéndose a un lado en la puerta, yo entré lo más rápido que pude.–Toma asiento.–dijo señalando el sofá de la sala.

Me senté en el sitio antes mencionado, ella tomó asiento en la mesa de café, delante de mi.

–Gracias.–agradecí por dejarme pasar y por darme esta oportunidad de hablar con ella.

Yo, como un demonio, como alguien con necesidades, y como alguien que no es Iron Man, no pude evitar fijarme de nuevo en ella.

Gracias al ejercicio físico su cuerpo ahora se ve un poco mas atlético, y, al parecer, se dió una ducha.

Trae su cabello, antes recogido, ahora suelto y ligeramente mojado en las puntas, una blusa ajustada que resalta su hermosa figura a la par que deja a la vista su trabajado abdomen. unos shorts cortos de mezclilla que no dejan prácticamente nada a la imaginación.