15.

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–¿Ah?–Le pregunte desconcertada.

–Es que...–agachó su mirada y empezó a jugar con sus manos.–Leí en Internet que la mejor manera de conocer tu cuerpo es...bueno así. Pero yo nunca lo eh hecho.–¿Es en serio? Eso es imposible, tiene 18 años me explican como es eso posible, yo me toque por primera vez con once años.–Tu...¿lo has hecho alguna vez, Cher?

–A ver Toni, es cierto que la masturbación es el mejor método para conocernos a nosotros mismos y saber qué es lo que nos gusta y que no, pero... me podrías explicar como es que en tus dieciocho años de vida no te has tocado.

–Recuerda que vivía en un orfanato y en las habitaciones eran para dos personas así que no es como si tuviera el espacio personal personal todo el tiempo del mundo. Y, aún no respondes mi pregunta.

–Lo he hecho, alguna que otra vez.

–Ya veo, ¿po-podrias enseñarme?

No se si sea buena idea puesto que la última vez que hicimos algo parecido no resultó como esperábamos. Pero, ¿que puede pasar por enseñarle a alguien como debería tocarse?

–Esta bien.

–Vale.

Me levanté de la silla y tomé a Toni de la mano, la guié hasta su habitación.

Escaleras arriba ella nunca dijo una sola palabra, se veía nerviosa y avergonzada por la situación, admito que yo también lo estaba.

La dejé sentada en el borde de la cama y me senté a su lado.

–Toni, ¿Estás segura de esto?

–Si, tengo miedo Cher, pero quiero intentarlo. Pienso que si no hago esto no podré estar lista para estar contigo.

Si es por esa causa ayudo con mucho más ánimo.

–Esta bien. Ahora acuéstate.

Se acostó dejándome una perfecta vista de su hermoso cuerpo recostado sobre la cama. Quiero hacerlo yo, quiero ser yo quien la toque, pero no quiero presionar.

–¿Ahora qué?

–Toca tus pechos. Veamos si eso hace que te excites.

Su cara estaba roja como un tomate pero aún así me obedecía.

Se levantó la blusa y se quitó el sostén. Menuda vista la que tenía tenía no podía tocar.

–Cher, no siento nada con esto.

–Es normal, eres tu quien te estás tocando así que es de esperar que no sientas.

–¿Podrías hacerlo tú, Cher?

–No creo que sea buena idea Toni.

No se hasta que punto voy a poder seguir resistiendo mis instintos y deseos carnales.

–Por favor, Cher. Solo quiero saber si me excita esto, solo hablo un momento y ya esta. Por favor.

–Va-vale.

Empecé a acariciar sus ñechos con mis manos, rodeando la aureola con mis dedos y luego atrapandolos completamente entre mis manos.

–Mmm, Cher...eso, se siente bien.

–Ahora sabes que si te gusta esto.–y yo también lo sé, pero debo parar o no voy a poder resistir a la idea de hacerla mía.–Ahora...–deje lo que estaba haciendo y me separe un poco.–Quítate la blusa por completo, también tu short y tus bragas.

–Cher...pero, vas a verme desnuda.–no cariño ideas que tu te haces.

Ni que fuera ciega.

–Cher, acabo de ver tus pechos además de tocarlos, ya te eh visto en ropa interior por si no te acuerdas.

Mi "Inocente" BabyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora