Mi "Inocente" Baby

18.

Hola fieles lectores, si sigues leyendo mi historia te debo un enorme gracias. Se que últimamente me estoy demorando bastante en actualizar.

Este capítulo en 100% hard, si decides leerlo será bajo tu propia responsabilidad.

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Salí corriendo detrás de ella, y antes de que se me olvide contarles, ya puedo correr en cualquier maratón.

Cuando llegué a mi habitación la puerta estaba entreabierta, con el corazón a mil por hora la abrí completamente, encontrándome con mi querida TT, sentada en el borde de la cama jugando con sus dedos.

Cuando notó mi presencia alzo la vista y me dedico una de sus hermosas sonrisas. Incluso en este ella logra ser tierna, ¿como es posible?

Me acerqué a ella y me senté a se lado en la cama.

-¿Estás segura de querer hacer esto, Toni?-de verdad que no quiero que pase lo de la última vez, no quiero ilusionarme en vano.

-Si, Cher.-Se sentó a horcajadas sobre mi.-Lo eh estado pensando y ya me siento lista Cher. Los últimos días estuve tocándome como tú me enseñaste y estuvo bien, ya no duele ni un poco y quiero...-agachó su cabeza.-Yo quiero hacerlo contigo.

Lo admito, los dos últimos datos que me dio me pusieron muy caliente, DEMASIADO. Ya podía sentir la humedad en mi ropa interior.

La tome delicadamente de la barbilla y le di un pequeño beso.

-Recuéstate en la cama.

Hizo lo que le pedí.

Yo camine como un gato hasta ella sobre el colchón, me puse delante de ella habiendo sus piernas para ponerlas a un lado de las mías.

Me eche hacia adelante y le quité la blusa que traía puesta y el sostén.

Ella se tapo la cara con sus perfectas y delicadas manos, me incline más hacia adelante para llegar a su rostro, le quité las manos de la cara.

-No quiero que te tapes los ojos, ¿entendido?

-Si, Cher.-su voz se escucho débil, ronca.

Me reincorporé y le quité los shorts y las bragas.

Estaba completamente desnuda para mi, y lo mejor de todo es que esta vez si podía hacer lo que quisiera con ella, siempre y cuando ella también quisiera, claro.

-Toni. Te dije que no cubrieras tus ojos.

-Es que me da vergüenza, Cher.

-Si no obedeces a mommy, mommy te dejará sin caminar por una semana.

Lego de un segundo se quitó las manos de la cara.

Casi, casi, estallo a carcajadas. Estaba muy roja, y sus ojos demasiado oscuros.

Ya cuando me obedeció, baje hasta sus rodillas ahora flexionadas.

Empecé a dejar besos húmedos por esta hasta llegar a la cara interna de sus muslos. Antes de hacer lo que quería la mire en busca de aprobación. Ella asintió, no sin antes decirme:

-Cher, tus ojos... se ven rojos...y ...y brillan.

-¿Te da miedo eso?

-Me da muchas cosas menos miedo.

Luego de eso sonreí, y terminé de bajar de nuevo hacia su intimidad.

Estaba muy mojada, pude sentir mi intimidad contraerse ante la vista que tenía, además tuve que tragar en seco.