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Aviso

Lamento mucho no haber podido publicar el cap que les había prometido, me entró bloqueo y me quedé en blanco. Lo siento mucho.

Pero bueno, aquí está otro cap.

Gracias por seguir leyendo la historia.

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Intenté dormir, lo juro, pero, entre que ella está demasiado cerca de mi y que se ve extremadamente tierna durmiendo yo no logró cerrar mis ojos.

Si, ya puedo admitir que me agrada, es tierna e inocente. Saber todo lo que ha sufrido me rompe el corazón, que no tengo, pero me destroza el alma.

Miro el reloj que está sobre la mesita de noche, que compre esta mañana.

Ya son más de las cinco de la tarde, creo que debería ir haciendo la comida.

Y si, también se que la contraté a ella para eso pero prefiero que se quede aquí acostada descansando.

Me despegue de ella y me levanté de la cama en cámara lenta, no quiero que se despierte.

–¿Cheryl?–Mierda, no sirves para ladrona Cheryl.

Yo ya me había levantado y avanzado unos pasos, tuve que virar atrás.

Me agaché delante de la cama y empecé a acariciar sus cabellos.

–Sigue durmiendo Toni, está bien, vuelvo en seguida.–no creo que esto haga mucha falta porque ella está totalmente adormecida, pero aquí está.

–Vale.–se acurrucó con la almohada y volvió a caer rendida.

Baje las escaleras y fui a la cocina.

Sobró parte del almuerzo pero no me apetece comer eso.

¿Qué haré?

Es que el refrigerador está prácticamente vacío, cuando salí a comprar se me pasó la parte de la comida.

Tendré que pedir a domicilio.

¿Me pregunto si le gustara la pizza a Toni?

Debe gustarle, no creo que halla alguien en el planeta tierra que le guste la pizza.

Llame a una pizzería que queda cerca de la casa y en menos de diez minutos ya me estaban entregando el pedido.

Deje la caja con la pizza en la cocina y subí a despertar a Toni.

–Oye.–le toque delicadamente el hombro. Esta acurrucada abrazando la almohada sobre la que yo yacía hace un rato.–Toni.–Esta vez hable un poco más alto y la removí más.

–Mmm.–¿Qué edad tiene, cinco años?

–Toni baja para que podamos cenar.

–Quiero dormir otro rato.–en serio, no se como pude llegar a escuchar su voz, salió casi en un susurro.

–Toni, lo que hay de comer es pizza.

Apenas pronuncie el nombre de la comida ella se levantó de la cama como un resorte y abrió sus bellos ojos como platos. Ya sabía yo que esto iba a funcionar.

–¿No estarás mintiendo verdad?–me dijo con un puchero, pues, creo que tiene dos años mentales.

–No Antoniette, la caja está en la cocina.

Mi "Inocente" BabyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora