Christine
Llegamos a Pisa y mi amiga estaciona el avión en un área privada del aeropuerto, me indica que bajemos y caminamos hasta una camioneta que esta estacionada cerca de su coche.
− Tío Lessan. – dice saludando al hombre que está afuera de la camioneta.
− Rosella, querida.
− Ella es mi mejor amiga Christine, Christine él es mi tío Lessan.
− Un gusto conocerla.
− Lo mismo digo.
− ¿Desde cuándo necesito tanta protección? – pregunta Rosella señalando unas camionetas que están cerca.
Su tío decide ignorar su pregunta. – En cuanto llegue Lía podremos dirigirnos a la mansión.
− Tío Lessan, ¿la tía Annika les dijo algo?
− ¿Annika? Espera ¿ha pasado algo?
− No importa, ya les contaremos Lía y yo en la mansión, subiré a mi coche, con permiso, vamos Christine.
Sigo a mi amiga hasta su coche, subimos a él y esperamos dentro hasta que su prima llega al aeropuerto baja de su avión y sube a su vehículo, en cuanto pasa eso su tío Lessan también sube a su camioneta y empieza a conducir, Rosella lo sigue, detrás de nosotras hay dos camionetas, luego está Lía y luego otra camioneta más, conducimos por unos 25 minutos.
− Bienvenida a mi mansión. – dice Rosella cuando se estaciona.
Bajamos del coche y unas sirvientas se acercan a ayudarla a sacar sus cosas, ella camina hasta la mansión indicándome que la siga y entramos seguidas de Lía y su tío Lessan.
Veo a una señora de pelo castaño muy hermosa acercarse, en realidad Rosella me ha dicho que ella no es hija biológica de Lady Rossi, sin embargo, al ver a la mujer acercarse no puedo evitar notar un parecido entre ambas, a la señora la sigue un hombre pelinegro con ojos del mismo azul que los de Rosella.
− ¡Mamá! – dice abrazando a la mujer − ¡Papá! – abraza al hombre. – Ella es mi mejor amiga Christine, Christine ellos son mis padres.
− Un gusto conocerlos.
− El gusto es nuestro. – responde su madre sonriendo.
− ¡Tía Nicoletta! – escucho que Lía dice detrás nuestro y la mujer se acerca a saludar a su sobrina.
De repente una niña pequeña sale corriendo de una habitación y se abraza a la pierna de mi amiga.
− ¡Hemana volviste! – mi amiga carga a la niña.
− Hola, Lionetta.
− ¿Quién es ella? – pregunta la niña señalándome.
− Ella es mi mejor amiga, Christine.
− Hola. – me dice la niña desde los brazos de Rosella.
− Hola, pequeña.
− ¿Por qué no pasamos al comedor? Ya están todos allí. – dice el padre de mi amiga.
− Vamos, por aquí Christine. – dice mi amiga y la sigo.
Cenamos intercambiando anécdotas divertidas, hasta que las niñas más pequeñas, se quedan dormidas y sus padres suben a acostarlas antes de volver a bajar y mandar a los demás niños a jugar, cuando solo quedamos Rosella, Lía, su primo de 14 años, los adultos y yo, el tema de conversación cambia.
− Y bien ¿Desde cuándo te pintaste el cabello Lía? – pregunta su padre.
− Hace unos pocos días.
ESTÁS LEYENDO
Lady Euro Mafiosa
Teen FictionSegunda parte de Lady Mafiosa, sigue la historia de Rosella Rossi Marchetti mientras estudia la Universidad en Oxford