Zita Azzurra
Cuando Rosella y Killian se fueron decidí pasar el finde con Jacob y Rosella estuvo de acuerdo, ya que a su parecer sería más seguro, ahora mismo me encuentro sentada en su cama desnuda, esperando a que salga de su ducha, sale envuelto en una toalla, pero en cuanto me ve con mi cabello castaño casi negro aun mojado y sin niguna prenda sus ojos verdes se oscurecen, me mira con hambre.
- ¿Buscas tentarme, preciosa?
- Quizás.
- Eso me gusta y parece que a ti te gusta que sea una fiera. - dice acercandose a mí como un cazador se acerca a su presa.
Toma posesión de mis labios, al tiempo que se suelta la toalla, puedo sentir la presión de su miembro contra mi cuerpo, suelto un jadeo, mi boca es liberada y sus besos empiezan a bajar por mi cuello, mis pechos, mi torso, mi vientre, hasta llegar a mi zona intima, besa y lame con fiereza y cuidado a la vez, mientras yo enredo mis dedos en su cabello pelirrojo marcando el ritmo y gimiendo, sus dedos empiezan a abrirse paso entre mis labios vaginales hasta llegar a penetrarme, en cuanto los siento dentro mio no puedo evitar gemir con fuerza.
- Ya estas bastante mojada, ¿por qué no me ayudas a lubricarme un poco. - asiento.
Me deja levantarme, al tiempo que él se sienta en la cama, me arrodillo frente suyo y comienzo a lamer su pene lentamente, siento como disfruta de mis labios que juegan con su erección.
- Zita, ya no aguanto más quiero penetrarte ahora mismo.
Sus palabras hacen que mi boca se seque, hace que levante y me siente sobre la cama, empieza a jugar con mi entrada.
- Dilo, di que quieres que te penetré, que quieres que te haga gritar, que te haga mía. - lo miro a los ojos que muestran la intensidad de su deseo.
- Penetramé, Jacob, hazme completamente tuya.
No me hace esperar, entra en mi de una estocada, grito de sorpresa y placer, mientrás empieza a moverse suave, pero con fiereza, queriendo dejar en claro que soy suya y que él es él único que puede hacerme sentir placer de esta forma, toma mis piernas y las apoya contra sus hombros, aumentando la velocidad de sus estocadas.
- ¿Te gusta esto, muñeca?
- ¡Oh si! Me encanta.
Me besa haciendo que mis piernas se estiren un tanto antes de salir de mí y darme la vuelta dejandome en cuatro para volver a entrar con fuerza, sale y entra unas 3 veces antes de empezarse a mover.
- ¡Más!
- Si eso quieres, muñeca.
Empieza a penetrarme con más fuerza, golpeando con la precisión exacta, se que estoy a punto de venirme y siento como su erección empieza a hincharse en mi interior, sale de mi, se sienta poniendome encima suyo antes de recostarse, me impulso en su torso y comienzo a brincar mientras el apachurra mis nalgas y mis pechos, se siente tan bien que no lo soporto más, me vengo estando encima de él y siento como su leche empieza a llenarme.
- ¡Jacob!
- ¡Zita!
Nos da la vuelta mientras sale de mí, dejandome recostada con él encima, me besa, siento sus labios en armonía con los míos.
Nos quedamos recostados un rato antes de que me de cuenta de la hora y comience a buscar mi celular, cuando lo encuentró miro la pantalla en busca de llamadas perdidas, pero no hay ninguna.
- ¿Todo bien, guapa?
- Rosella prometio llamarme cuando llegará de su viaje y sin embargo aún no me ha llamado, ¡estoy preocupada!
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Lady Euro Mafiosa
Teen FictionSegunda parte de Lady Mafiosa, sigue la historia de Rosella Rossi Marchetti mientras estudia la Universidad en Oxford