− ¿Lía puedes avisar a mi madre que pasaremos la noche aquí? Acompañaré a Adrián a la recepción a pedir una habitación.
− Puede compartir habitación conmigo si quiere.
Volteo a ver a Adrián que se queda pensando un momento.
− Solo estaré aquí esta noche, mañana tengo que volver al Caribe así que no me parece mal compartir habitación con Killian.
− Bueno, entonces yo llamare a mi madre.
− Yo avisare a mi padre. – dice Lía y sale del lobby.
Un botones pasa por ahí en ese momento le hago una seña. – Avise a la camarista que nos quedaremos aquí esta noche para que prepare nuestra suite.
− Ya mismo lo hago, señorita Rossi. – me hace una pequeña reverencia y se retira.
− Christine espera un momento aquí, saldré al jardín privado a llamar a mi madre, si gustas puedes subir a la suite, si esta lista antes de que Lía y yo regresemos.
Mi amiga asiente y yo salgo al jardín, tomo mi celular de incognito y llamo a mi madre a su celular de incognito para que no puedan rastrear la llamada.
− Rosella ¿estás bien? – dice en cuanto responde.
− Si, estamos bien, se desato una balacera en el bar y nos siguieron hasta el hotel del tío Orlando, no me atreví a regresar a la mansión.
− Mientras estén bien no hay problema que se queden allá.
− ¿Descubrieron algo?
− Aun nada, pero estamos alertas, parece que los objetivos son Lía, tus hermanos y tú.
− Carajo.
− Quédate en el hotel y no salgas.
− Le dije a Killian que comeríamos con él y su familia mañana.
− Bien, entonces pasaremos por ustedes a las 2:00 pm, iremos al restaurante de tu tía Carina – ruedo los ojos. – ponte alguna peluca o algo que te haga pasar desapercibida cuando vayas a salir.
− Pero...
Me cuelga antes de que pueda replicar nada, me doy la vuelta enojada y de repente veo a Killian parado a una corta distancia de donde estoy.
− ¿Qué haces aquí?
− Quería hablar contigo.
− ¿Sobre qué?
− Te escuche.
Inmediatamente viene a mi mente el recuerdo de mi conversación con Elisabetta, sin embargo, finjo que no sé de qué habla y mantengo mi voz firme.
− ¿De qué hablas?
− Escuche cuando esa chica te dijo que se le hacía guapo y tu respondiste que era tu novio.
− No sé de qué hablas, seguro escuchaste mal. – digo intentando no flaquear y empezando a caminar hacia la salida del jardín.
Killian se da cuenta de mi intención y me bloquea el camino con su cuerpo.
− No te dejare escapar esta vez, ni hasta que respondas. – dice acercando su cuerpo al mío, volteo a su rostro y nuestras miradas se cruzan.
− ¿Qué quieres Killian?
− Que lo admitas.
− ¿El qué?
− Que te gusto y por eso mentiste sobre que era tu novio y sonreíste cuando me acerque a bailar contigo y pegue mi cuerpo al tuyo.
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Lady Euro Mafiosa
Teen FictionSegunda parte de Lady Mafiosa, sigue la historia de Rosella Rossi Marchetti mientras estudia la Universidad en Oxford