Lady Euro Mafiosa

Capítulo 13. La sangre llama a la sangre.

Llegamos al hospital, Lía baja de la ambulancia con Rosella, yo me estaciono como puedo y bajo del carro con Killian siguiéndome, nos apresuramos a seguir a Lía.

− Nombre de la paciente y parentesco con ella, por favor. – una enfermera le está preguntando a Lía cuando entramos.

− ¡No tengo tiempo para esto! ¡¿Acaso no reconocen quién soy?! ¡Les ordeno que atiendan a mi prima ahora mismo o no respondo! – responde Lía echando fuego por los ojos.

− Señorita Bianco, disculpe a la enfermera seguro no la reconoció, lleven a la señorita Rossi rápidamente al quirófano. – dice el Doctor llegando a la sala de espera.

Se llevan a Rosella rápidamente Lía se sienta derrotada y comienza a llorar en ese momento.

− Esto es culpa mía. – dice entre sollozos.

− No lo es, Lía.

− Claro que lo es Christine, ella me pidió que la acompañara y yo la deje sola sabiendo la situación en la que estamos, mi tía no me lo perdonara.

− Ella no tiene por qué saber que no estabas con nosotros. – dice Killian.

− No te tortures así Lía, esto es solamente culpa de los atacantes.

− ¿Me cubrirán con mi tía? – pregunta Lía sollozando.

Killian y yo intercambiamos una mirada antes de asentir.

− Esto quedara entre nosotros. – dice él. − Diremos que todo sucedió tan rápido que no nos dio tiempo de contraatacar al atacante.

Lía apenas alcanza a asentir antes de que llegue Lady Nicoletta con su esposo, sus mejores amigas y su primo.

− ¿Qué paso?

− Estábamos haciendo el tour cuando empezaron a seguirnos, nos disparaban así que a Rosella se le ocurrió ir a algún lugar concurrido para que los Duband pudieran escapar del vehículo... − Lía no logra terminar.

− Una bala estaba a punto de darle a mi hermana, Rosella se interpuso y la bala le dio en el hombro todo sucedió tan rápido que no nos dio tiempo de contraatacar antes de que huyeran.

− Llamamos a la ambulancia y ahora estamos aquí. – termino.

− ¡Familia de la señorita Rossi! – grita un médico entrando en la sala de espera.

Inmediatamente nos acercamos al médico para escuchar las noticias sobre Rosella.

− ¿Qué pasa médico? ¿Cómo está ella? – pregunta su madre.

− Perdió demasiada sangre necesitara una transfusión, necesitamos un familiar cercano suyo.

− Eso no es posible, su única familia murió hace 12 años, ¿no puede usar mi sangre o la de mi esposo?

− Tendremos que hacer pruebas de compatibilidad, Lady...

− Pues hágalas ¡de inmediato!

− Mandare a la enfermera por ustedes.

El médico se retira de la sala y el celular de Killian empieza a sonar casi al momento.

− Ya vuelvo, es mi madre.

Killian sale de donde estamos y yo me acerco a los padres de Rosella, es hora de contarles mis sospechas.

− Lady Nicoletta, señor Maurizio ¿puedo hablar con ustedes a solas un momento?

Ellos asienten. – pero que sea rápido.

− Claro.

Me siguen hasta un extremo de la sala que está vacío.