Capítulo 24. Rapto.

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Regresamos al aeropuerto para viajar en mi jet a Pisa donde recogere a mi hermanita Lionetta, la tía Chiara la llevará al aeropuerto y de ahí partiremos a Oxfordshire, durante el vuelo recibo un mensaje de mi mejor amigo Adrián y otro de mi tía Stella.

El de Adrián dice: Claire parece estar escapando de la ciudad, ¿sabes algo?

Mientras que el de mi tía es completamente diferente: ¿Qué hiciste? Estaba a nada de lograr la rendicion de Tanya.

Suspiro, no es el mejor momento ni el mejor lugar para responder preguntas ni mensajes, me siento derrotada al lado de mi novio despues de poner el jet en automático.

- ¿Todo bien, preciosa?

- No estoy segura, sabemos quienes son los que nos amenazan, pero ¿valdrá la pena haber perdido nuestra única ventaja por eso?

- Supongo que habrá que descubrirlo, sin embargo, no olvides que no hiciste nada malo, nos salvaste la vida a ambos.

- Y lo haría de nuevo, no quiero perderte, Killian, no puedo.

- No me perderas, Rosella, te amo.

- No puedes prometer eso, no con la vida que llevo, muchos buscaran hacerte daño para hacerme daño a mí.

Las lagrimas empiezan a correr lentamente por mis mejillas, estoy asustada como no lo había estado en años ¿fue buena idea volver a enamorarme? ¿abrir mi corazón?

- Hey, tranquila, puedo ver las dudas en tus ojos, y tienes razón, pero haré todo lo posible para estar contigo sin importar lo que pasé, en esta vida y en la próxima, te lo prometo.

Me besa con ansía, con necesidad como si no solo quisiera disipar mis dudas y mis miedos, sino también sus miedos, le correspondo y por un momento me permito perderme en su beso y olvidarme de todos los problemas, me quedo acurrucada contra él.

El viaje se me hace rápido, mi hermana está dormida cuando llegamos a Pisa, la acomodo en un asiento y vuelvo a acurrucarme en los brazos de Killian, para volver a despegar, al llegar no quiero bajar del avión, quiero quedarme ahí, sin problemas, solamente con los brazos de mi novio rodeandome, sin embargo, es momento de volver al mundo real.

Bajamos del avión con Lionetta aún dormida, la subimos al automovil y me quedo apoyada un momento contra él.

- ¿Quieres que conduzca? - pregunta mi novio.

- Por favor, conduce a la mansion de Adrián.

Asiente ante mi petición, nos subimos a mi automóvil y él conduce, no tardamos en llegar a nuestro destino, Adrián y Christine ya están afuera.

- ¡Estaba por ir al aeropuerto, no contestabas los mensajes, me preocupaste!

- Perdón, solo quería olvidarme del mundo.

- ¿Está todo bien, amiga?

- No lo se, Christine.

- Killian, ¿qué pasó? - le pregunta Adrián.

- Nos emboscaron en el aeropuerto de Venecia, estaban a punto de matarnos a todos, entonces Rosella tomo ventaja e hizo que soltaran sus armas apuntandole en la cabeza a una mujer, pero entonces otra mujer apareció de la nada y me apuntó a mí, supongo que era la madre de Tanya, porque lo siguiente que escuche fue que Rosella estaba amenazando con matar a Tanya, si no me soltaban.

- No eran mujeres cualquiera, la primera era Selene Makris, le exprometida de Adriano y la segunda en efecto era la madre de Tanya, Aelia Fiore.

Mi celular empieza a sonar con insistencia, miro la pantalla es mi tía Stella, se que tengo que responder, así que respiro profundamente, hago una señal a los demás de que me den un momento y respondo.

- ¡¿Me puedes explicar que demonios estabas pensando?!

- Ciao a ti también, tía Stella.

- No estoy de humor, Rosella.

Esa respuesta hace que me enojé yo también.

- ¡¿Y crees que yo si?! ¡Tu maldita hermana tenía una pistola apuntando a la cabeza de mi novio! ¡Mi novio! ¡¿Entiendes?! ¡¿Qué esperabas que hiciera?! ¡¿Acaso querías que lo viera morir como vi morir a Alonzo?! Porque no lo haré, no pienso dejar morir a las personas que amo por esto.

- ¿Viste morir a Alonzo? - Su tono ha bajado hasta ser casi un susurro.

- Supongo que no lo sabías, pensé que la tía Annika les había contado, veo que no fue así, pero si, lo vi morir frente a mí, uso su cuerpo para detener una bala de los Rinaldi que iba dirigida a mí.

- Por eso parecía que tu venganza con los Rinaldi era personal.

- No solo lo parecía, era demasiado personal, no iba a dejar que tu hermana matará a mi novio frente a mí y tampoco quería soltar a Selene, aunque supongo que con la aparición de los polacos eso ya no importa.

- Quizás no, pero te debo una disculpa.

- No es necesario, se que me equivoque, que mi reacción de hoy no es lo que suelen esperar de mí.

- No te equivocaste, hija.

- ¿Mamá?

- ¿Nicoletta? No sabía que estabas escuchando.

- Escuché todo, jamás debiste cargar con ese peso sola, Rosella, y no deberías creer que esperamos que nunca te equivoques, Rosella o que debas poner en riesgo la vida de los que amas para no demostrar debilidad, está bien amar, una equivocación hubiera sido si dejabas morir a Killian, eso si que me habría decepcionado, sin embargo, estoy orgullosa de ti, cariño, y ya veremos como recuperar ventaja, aunque al haber visto a Selene y salir con vida también ha sido una ventaja, ahora sabemos a que nos enfrentamos.

- Gracias, mamá, por cierto sería mejor tomar la precaución de enviar alguien a Venecia, por si descubren que estaba haciendo ahí.

- ¿A qué fuiste a Venecia, Rosella?

- A ver a Sabina, los padres de Killian están pensando en enviar a su hija a estudiar allá y yo quería ver si Sabina podía recibirla, ella me dijo que si puede.

- Mandaré protección, intentaré que sea algo que pase desapercibido, quizá Stella y Lessan.

- Yerik podría ir para que se disimule la protección a Ava y al hijo del tío Orlando, que por cierto estuvo a punto de perder a su madre.

- ¿Perder a su madre?

- Mellea es muy odiosa, estaba a punto de dispararle, mi novio lo impidio.

- Supongo que tendré que ser muy paciente. - dice mi tía Stella.

- Demasiado, debieron matar a esa mujer después de que dio a luz.

- Quizás.

Me rió. - Bueno tengo que colgar, mi novio y mis amigos me están esperando.

Cuelgo y me dirigo a la mansión, Killian les está terminando de explicar los acontecimientos, puedo ver como Adrian esta pensando que hacer con el asunto de Claire, Lionetta aún dormida está acostada en uno de los sillones.

- Hay que impedir que salga de la ciudad, necesitamos retenerla aquí, intentar que se vuelva nuestra aliada.

- ¿Cómo se volverá nuestra aliada si la mantenemos retenida? - Pregunta Christine.

- Lo averiguaremos.

- Supongo que no es mala idea. - dice Adrian.

Estando todos de acuerdo, subimos a la camioneta de Adrián y él conduce, pasamos a la casa de Killian para dejar a Lionetta con los melllizos y los Duband, y luego nos dirigimos a la casa de Claire/Tanya, la vemos salir de la casa.

- ¡Quieta Tanya! O te disparo.

- ¿Qué quieren?

- Sube al auto, te explicaremos en el camino.

Lady Euro MafiosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora