Capítulo 4 - El pasado se vuelve el presente

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Donghae veía el fondo del vaso de vidrio mientras sorbia el café por la pajita de metal. Su cabello rubio había sido peinado hacia atrás pero gracias al aire había unos mechones sueltos que caían sobre su rostro. Llevaba un pantalón beige y una camiseta de vestir azul, zapatos deportivos blancos y una bolsa al hombro cruzada del mismo color. Sus anillos brillaban soberbios en su dedo anular, era difícil no verlos.

—¿Y como van las cosas?—Pregunta con cautela, Yoona se recuesta en la silla del café mientras ve a sí amigo dejar salir un fuerte suspiro. Donghae siempre tuvo esa aura deprimida y melancólica pero ahora lo había llevado al extremo, parecía estar en la calle de la armagura.

—No lo se. Quizá quedarse conmigo una vez salió del hospital, a pesar de no tener idea de quien soy. Por lo que creo que de alguna manera eso es un avance, así que se podría decir que las cosas van bien, creo...

Antes de salir había ayudado a Hyukjae a llegar al baño, a cepillarse los dientes y lavarse la cara, le dejó el desayuno y todo listo para que se pudiera mover, el rubio salió dejándolo solo por unas horas, necesitaba un poco de aire, además de que su esposo parecía no quererlo ahí, le apartaba la mirada y hacia fuerza con la mandíbula cada que lo tenía demasiado cerca, creyó que dejarlo solo estaría bien, quizá eso quería.

—Apenas se está recuperando, no te agobies—La castaña le sonríe, sus mejillas se vuelven rosas por el aire helado. Donghae se pregunta como es que se le ocurrió pedir el balcón en la cafetería, quería despejar sus ideas pero no que se las llevara el aire literalmente.

—No lo se...el día que llego a nuestra casa, nos besamos—Remueve el popote en círculos dentro del vaso, le da suaves tragos a su café helado, saboreando el dulzor amargo en su paladar.

—¡Eso es fantástico!—Un grito agudo escapa de los labios de Yoona, aplaude feliz pero Donghae quién solo se remueve en su lugar.

—Cuando me aparte estaba tenso y rojo, tenía una almohada sobre el regazo que apretaba hasta que las venas de la mano sana se saltaban. Al principio parecía entusiasmado pero quizá no le gusto—Donghae finalmente alza la mirada, sus ojos castaños estaban ligeramente cristalizados.

—Quizá lo mal entendiste, no sobrepienses las cosas—Yoona se inclina hacia el con una sonrisa en un intento de animarlo. Su amiga creyó que cuando Hyukjae despertara Donghae por fin se sentiría mejor y dejaría la tristeza que lo acongojaba pero simplemente parece ser que esta solo se incrementa.

—¿Y si busca a Jane?—Deja el vaso de vidrio en la mesa y la voltea a ver con la preocupacion en su mirada, esos enormes ojos de cachorro le ablandan en corazón.

—Creí que se llamaba Juliette...

—Solo hay que ponernos en su lugar, imagina que hoy estoy casado con Hyukjae y salgo al supermercado donde sufro un accidente de auto, después al despertar me topo con que mi esposo ahora es otro hombre que no conozco y en mi vida había visto ¿Querría buscar a Hyukjae cierto?—El omega se cubre la cara con las manos, quejumbroso y totalmente confundido.

—El te ama. Eras, eres su conejito, su precioso bebé, su omega. Quizá haya perdido la memoria pero estoy totalmente segura que muy en el fondo sabe lo que siente por ti y sus sentimientos deberán de seguir siendo los mismos. Lo sé.—Yoona lo toma de las manos. El vaso de vidrio sigue entre los largos dedos del joven omega.

—¿Por qué te dije que me llamaba conejito?—Se desploma avergonzado, sus mejillas están rosas al igual que sus orejas. Su amiga ríe por lo bajo y estira una mano para pellizcarle la nariz.

—Le diré a Heechul que te acompañe a casa, yo debo de regresar al trabajo ahora y no quiero que estés ni te sientas solo—Sentencia con firmeza, saca su teléfono y le llama a Kim Heechul.

LOST (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora