Capítulo 30 - Karma

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L ● O ● S ● T

No pudo evitarlo, todo en él le decía que estaba mal que realmente no tenía nada que hacer ahí pero no lo logro. En realidad Donghae ni siquiera pensó demasiado en lo que estaba sucediendo hasta que se había subido al autobús. Porque obviamente se fue en autobús hasta Seúl ya que se quería dar a sí mismo el tiempo de bajarse y volver pero no lo hizo. Había calculado tan bien el tiempo que llegó justo quince minutos antes de que comenzará aún así no entro. Se quedó un par de horas hasta que los vio salir, entonces cruzo las puertas del lúgubre lugar.

No sintió absolutamente nada cuando vio el enorme ataúd negro y la foto de esa mujer. Que incluso al borde de la muerte su egoísmo fue monumental ¿A qué se refería? Juliette Park pidió que el bebé recién nacido que murió sólo dos minutos antes que ella, fuese enterrado en el mismo ataúd. No podía comprenderlo ya que el jamás tuvo un bebé, o había perdido tantos que no se aferraba a ellos. Pero al final ese bebé no era de ella, solo le llevó dentro, a pesar de eso Donghae ya había superado su periodo de luto y pérdida.

El lugar estaba desértico, no entró hasta que sus ex suegros se fueron, solo estaba Hyukjae sentado en uno de los sofás para la familia viendo a la nada, luciendo como si hubiese envejecido diez años. Se acercó con cautela y tomó asiento a su lado, medio metro entre ambos le pareció prudente.

—Te ves hermoso—Los ojos oscuros de aquel hombre, a quien creyó amar. No. A quien amo con toda su alma.

—Lo siento—Le da el pésame, sonríe con pesadez sin saber que más hacer así que solo dejo que todo lo que hubiera en su mente saliera, para por fin dejar ese episodio de su vida atrás. Para siempre.—Se que realmente querías un hijo, has hecho todo por ello.

—Puedo renunciar a todo, tú y yo.

—Ya no existimos. No hay un "Tú y yo," no existe un "nosotros" jamás lo volverá a ver.

—Donghae, se que me equivoque...

—Es demasiado tarde para que renuncies a todo, ni siquiera te conozco.

—Lo se—Aparta la mirada resignado. Hyukjae lo conoce demasiado bien, sabe que está completamente decidido a hacer lo que planea hacer.

—Venía a despedirme, cuando me fui no lo hice de la forma correcta así que necesitaba que terminaramos esto por completo.—Silencio entre ambos, ñas cosas se habían enfriado, habían pasado por tanto separados que casi se sentían como desconocidos.—Fuiste un buen esposo, y no creo que seas mala personas pero tu amor por mi no fue tan fuerte como lo que yo sentía por ti. Me trataste como un niño en lugar de tratarme como tú compañero de vida. Demasiada manipulación y mentiras como para que haya algo de nuevo.

Se acerca un poco más a Hyukjae, le toma la mejilla para que lo volteé a ver, ambos se sonríen solo por unos segundos. Donghae toma la mano del alfa y la lleva hasta su cuello, hasta donde la marca de su unión resplandecía en la piel.

—Sí realmente me amaste, por favor déjame.—Cierra los ojos con esa fe ciega de aquel hombre al que tanto amor le profeso y por última vez en su vida confía en el.

Las garras se enterraron en su piel, solo de forma superficial para lograr el objetivo pero no tan fuerte como para desgarrarle. Duele y quema como cuando le marco, aún así Donghae se aferra a la memoria de que Hyukjae se unió a él solo para que no lo dejara y no iba a permitir que eso siguiera así. Las cuatro garras rompieron la marca en su cuello, desvaneciéndola por las líneas rojizas, solo un par de idas al hospital y todas las marcas se irían, para siempre.

Lloro, las lágrimas caían por sus mejillas como cascadas. Dolía, sentía una gran perdida pero una sensación de autonomía y libertad revoloteo dentro de el. Una sensación que no recordaba haber sentido desde que tenia dieciséis años. Sonrió en medio de las lágrimas.

Sintió como Hyukjae lo tomaba de las mejillas con ambas manos. Como lo acercaba a él hasta darle un suave beso en la frente, un toque inocente casi de devoción.

—Lo siento tanto mi amor—La voz es ronca y rasposa. También llora por las perdidas que esta pasando en ese momento, no sólo la de su hijo, sino la de Donghae.

—También yo—Donghae le besa la mejilla y se aparta, se pone de pie y limpia lo mejor que puede las lágrimas. Hay sangre en su camiseta oscura pero no se nota. Se conocieron en la calle y se perdieron en un funeral, que simbólico ¿No? Tal vez una cruel broma del destino.

—Se feliz—Le desea Hyukjae. Con una sonrisa tan sincera y clara que Donghae solo responde "Gracias" y se va. Se va de ese lugar, de esa ciudad y de esa persona. Se va de regreso a forjar la vida que dejó a los diecisiete años.

Se va con una sonrisa, una que el se encargará de mantener. Para siempre.

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Evidentemente el siguiente capítulo es el Epílogo. Cuando escribí esta historia pensé en la canción "LOST" De Donghae. Simplemente me encanta tanto, por ello la coloque al principio.

Espero que les haya gustado (y aparezcan) las dos canciones que agregue siento que representan bien la historia.

Quizá no sintieron demasiado lo mal que esta Hyukjae pero todo estaba desde la perspectiva de Donghae y el ya había pasado su duelo de perdida. Sólo necesitaba decir "Adiós"

Gracias y espero hayan disfrutado el capitulo y la historia, realmente senti que no había más para alargarla.

Gracias

LOST (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora