CAPÍTULO 3

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Pasé casi una semana sin poder verla, a pesar de que el convento era un lugar grande y no éramos muchas hermanas. Había tenido la oportunidad de conocer a casi todas, pero aquella pelinegra seguía siendo un enigma. Alex me había dicho decirme aquella noche, pero ambas se nos olvidó el tema.

Recuerdo perfectamente aquella mañana cuando finalmente la encontré en el huerto. Llevaba un canasto de tomates y unas gotas de sudor perlaban en su frente debido al esfuerzo.

Soy una persona muy sociable con todos y no quería que ella fuera la excepción. La saludé con un gesto de la mano, pero parecía no haberme notado. Entonces, decidí romper el hielo y hablarle.

—Hola! —dije entusiasmada —Soy la hermana Zor-El, pero puedes llamarme Kar...

—Sé quién eres. Te la pasas diciéndole a todo el mundo.

—Solo estoy tratando de ser amabl...

—No me interesa que lo seas... —dijo de forma cortante.

Siguió su camino y me dejó ahí, como si nada. Fue un encuentro desconcertante y, aunque intenté ser amigable, parecía que la misteriosa Hermana Lena no tenía interés en entablar una conversación. Me sentí mal por aquello, aunque en ese momento no sabía por qué. Sin embargo, algo en mi interior me decía que debía seguir intentándolo.

Cuando no puedes conseguir algo que sabes que es prohibido, a menudo te aferras aún más a ello.

No entendía por qué pensaba de esa manera en ese momento. Hasta que, finalmente, obtuve lo que quería.

Trataba de verla todos los días, pero casi nunca me la topaba, incluso cuando en el comedor intentaba acercarme, Alex me tomaba del brazo y me decía "Ni lo pienses". En ese momento, Alex no me había hablado sobre ella, y cuando finalmente me enteré del por qué, comprendí por qué no le gustaba el contacto.

—Es algo difícil de explicar, Kara. —jugaba con sus dedos nerviosa.

—No creo que sea para tanto. Vamos, ya dime.

—Ella es algo diferente... a nosotras... mmm...

—Alex.

—Sé que no debería importarme, y es la verdad. Pero —se quedó en silencio por un rato hasta que finalmente habló. —Ella es una chica intersexual, Kara. Tiene pene.

Mis ojos se abrieron de par en par. No era algo raro ni de otro mundo, simplemente no había conocido a nadie así hasta ahora. La comprensión se apoderó de mí, y me di cuenta de que, aunque diferente, la Hermana Lena merecía ser tratada con el mismo respeto y amabilidad que cualquier otra persona. No se merecía el trato que algunas hermanas le daban.

—¿Por eso la tratan diferente? ¿Por eso nadie se le acerca?

—En parte sí y en parte no. Mira, cuando Lena llegó aquí, puso sus límites. Muchas hermanas de nuestra edad en ese entonces se le acercaron, ella quería tener amigas, pero cuando se enteraron de su secreto, hablaron mal de ella, diciendo que era una aberración y que no debería estar aquí. Las hermanas más mayores también estuvieron de acuerdo en sacarla; ellas también eran ignorantes en ese tema. Querían expulsarla del convento, pero su hermano es el Padre Alexander y su familia es poderosa y adinerada. No pudieron hacerle nada. En cambio, a las otras hermanas las trasladaron y se fueron a otro lugar. Desde ese entonces, Lena jamás volvió a hablar con nadie. Las hermanas mayores, aunque les costaba verla, decidieron acostumbrarse a su presencia.

El relato de Alex me hizo comprender mejor la situación de la Hermana Lena y la soledad que había enfrentado debido a la ignorancia y la discriminación. Me hizo sentir aún más determinada a ser amable y comprensiva con ella, independientemente de las diferencias.

—Ella evita tener contacto con las demás, pasa mucho tiempo en la capilla que tenemos aquí o está en el río leyendo. Al parecer, le encanta leer. Tiene su propio cuarto, y aunque no hemos entrado, me imagino que tiene un librero lleno de libros.

—¿Hace cuánto tiempo está aquí?

—Probablemente lleva unos 6 o 7 años.

—Su familia está muy unida a la religión; en Navidad, siempre traen regalos para todas. Se llevan a Lena para pasarla en familia, aunque no todas tienen la misma suerte de ver a sus familias. Algunas se quedan aquí.

Me sentía más informada sobre la vida de la Hermana Lena y su historia en el convento. Pero mi intuición me decía que había algo más.

Terminamos la conversación y nos fuimos a dormir. Al día siguiente, continuamos con nuestras labores. La Madre Moira me pidió que ayudara en la cocina, a pesar de que no era muy buena en ello, di lo mejor de mí. Casi se me queman los panecillos porque estaba absorta en mis pensamientos. Mi mente divagaba entre las nuevas experiencias en el convento y la misteriosa Hermana Lena, que parecía ocupar un lugar destacado en mis reflexiones.

La mayor parte del día me ocupé en otras labores y en ninguna ocasión me topé con la ojiverde. Apenas pude vislumbrarla en la puerta de la capilla mientras la cerraba. Decidí no acercarme a ella, permitiéndole continuar su camino.

Me alegró verla, y mi cuerpo también reaccionó de una manera inesperada. Sentí como si tuviera mariposas en el estómago. Dios, no debería estar sintiendo esto. Además, está mal, solo estoy confundida. Estoy aquí por un propósito más grande, no vine a este convento para sentir algo por alguien. Mis emociones me confundían mientras lidiaba con este conflicto interno.

Cuando llegué al cuarto, Alex estaba acostada en su cama, leyendo un libro. Sonrió al verme y rompió el silencio.

—¿Cómo estuvo tu día? —me preguntó.

—Fue un buen día, no me quejo. ¿Y el tuyo?

—También. Hoy estuve en el huerto ayudando a la Hermana Cecile. Podrías ayudarnos la próxima vez.

—Me encantaría. —dije emocionada.

Apenas llevaba unas semanas dentro del convento, y aunque lo estaba explorando, no conocía todos los rincones. Pasamos el rato en conversaciones agradables, sin volver a tocar el tema de Lena.

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Antes que nada una disculpa por la demora, tengo muchos pendientes en la Uni, (y estoy terminando mis pendientes para salir antes de lo previsto que es la última semana de noviembre) y pueda seguir con la historia. Así que les pido unos días más.

Y otra cosa.

Como lo dije al inicio de la historia, eres bienvenidx a leer está historia y sino es de tu agrado, hay muchas más historias en otros perfiles qué puedes leer.

Si tengo tiempo mañana les subo el siguiente capítulo (pequeño spoiler: POV LENA, contado su historia).

Lujuria - SupercorpDonde viven las historias. Descúbrelo ahora