Lujuria - Supercorp

CAPITULO 12

KARA POV

Últimamente, mis sueños están confusos, experiencias oníricas que jamás habría imaginado tener. Son sueños que no se parecen a ninguna otra que haya experimentado, incluso durante mi pubertad.

Mis días transcurren de manera rutinaria, con interminables discusiones diarias con la Hermana Luthor. La monotonía de nuestras interacciones diarias contrasta con la intriga y el misterio que me envuelven por la noche.

No tengo idea si Dios está implantando estas ideas en mi cabeza o si el enemigo está intentando tentarme hacia algo que debería estar prohibido. O tal vez, todo esto es simplemente otra prueba más en mi camino. Me esfuerzo por orar con más fuerza, implorando que estos pensamientos desaparezcan, pero siento que cada vez se vuelven más intensos. La lucha interna entre lo que considero correcto y estas tentadoras ideas persiste, y la incertidumbre se cierne sobre mí mientras busco una guía espiritual para entender el propósito detrás de estos pensamientos inquietantes.

Pienso que Dios me ha colocado en la vida de la Hermana Luthor con un propósito claro: cultivar una amistad significativa y guiarla hacia la fe, la esperanza y el amor. Siento la responsabilidad de ayudarla a liberarse de cualquier amargura que pueda residir en su alma y corazón, y mostrarle que puede abrirse sin temor a ser juzgada. Así, mi deseo es ser un faro de luz en su vida, guiándola hacia la reconciliación y la paz interior.

Estoy completamente confundida con todo esto; no quiero malinterpretar mis acciones. Por eso, siempre trato de ser amable con ella. Aunque me pida que deje de cuestionarla, no puedo evitarlo porque esta es mi personalidad. Mi intención es genuina, guiada por el deseo de construir una amistad sólida y ser un apoyo positivo en su vida. Sin embargo, la confusión persiste, y continúo cuestionándome si mis sentimientos y acciones están en sintonía con el propósito que creo que Dios tiene para mí en su vida. Mantengo la esperanza de que, con el tiempo, la verdad y la claridad se revelen, y pueda entender mejor el camino que estoy destinada a seguir junto a la Hermana Luthor.

...

Después del pequeño accidente que tuve, que no fue tan significativo, solo una pequeña cortada que en dos o tres días se cerrará y quedará como nueva, sentí un impulso irresistible de revisar la biblioteca de la Hermana Luthor después de que se marchará de su habitación. Mientras exploraba sus estantes, me encontré con su libro favorito, "Carmilla". Decidí sumergirme en la historia mientras permanecía afuera, y perdí la noción del tiempo. No sé cuántas horas pasé envuelta en la trama absorbente de la novela.

Cuando la Hermana Luthor regresó, me descubrió aún inmersa en la historia, ajena a su presencia en la habitación. Le comenté que Carmilla estaba claramente obsesionada con Laura, pero su respuesta es que no había entendido el punto. Ella me instó a que, al salir de bañarse, ya estuviera en mi habitación, pero la trama de Carmilla y Laura me tenía cautivada. Continué leyendo, sumida en la narrativa, hasta leí este fragmento:

"Jamás me he enamorado de nadie ―susurró―. Y no me voy a enamorar nunca. A menos que sea de ti."

Y comprendí que Carmilla tenía sentimientos hacia ella, me emocioné. Sin pensarlo, entré al baño y presencié el momento en que se le cayó la toalla. Mi rostro se encendió por completo al contemplar su torso desnudo, y aunque intenté apartar la mirada, no pude evitar que mis ojos se dirigieran a su miembro. Nunca antes había presenciado algo así, solo había leído sobre ello en mis libros de la escuela. Puedo afirmar con certeza que era de un tamaño considerablemente grande. ¡Dios mío, no debería tener estos pensamientos! La vergüenza se apodero de mí.

Me pidió que saliera; pensé que se iba a enojar, pero lo expresó con calma. Podía asegurarlo, ella también estaba avergonzada. Trataba de mantener la paciencia. Salí y me senté en su cama. Luego, ella salió y me pidió que me fuera del cuarto por un momento para que pudiera vestirse. Después de unos minutos, regresé sintiéndome nuevamente avergonzada.