Lujuria - Supercorp

CAPÍTULO 26

1/2

LENA POV

Cuando vi el libro entre mis manos, reaccioné tirándolo al suelo. Rose estaba completamente loca. Recogí el libro y fui hasta la chimenea y lo lancé al fuego. Un dolor me oprimía el pecho, y sentí cómo la ansiedad empezaba a apoderarse de mí. La respiración se me volvió irregular y un sudor frío recorrió mi espalda.

Subí nuevamente a mi habitación y me tumbé en la cama, dando vueltas hasta que finalmente encontré la manera de poder dormir. A la mañana siguiente, con los primeros rayos de sol filtrándose por las cortinas, me levanté lentamente. Sentía el cuerpo pesado y la mente nublada por los pensamientos de la noche anterior. Bajé a la cocina en busca de un vaso de agua, esperando que el líquido frío pudiera despejar mi mente y calmar mis nervios.

Nura entraba a la cocina como de costumbre, lista para empezar su jornada.

—Buenos días, señorita Lena. ¿Cómo amaneció?

—Buenos días, Nura. Podría estar mejor... ¿Por qué estás aquí tan temprano? Hoy no deberías trabajar, todos tienen el día libre.

—Ya estoy acostumbrada a esta vida, señorita Lena. Es mi trabajo, es mi vida.

La observé mientras preparaba el desayuno. Lex entró con un "buenos días" para ambas y comenzó a preparar su café.

—¿Dormiste bien, Lena? —preguntó.

—Sí. ¿Y tú?

—De maravilla, extrañaba mi gigantesca cama —respondió con una sonrisa irónica.

—¿Sabes si ya despertaron mis padres? —me preguntó.

—No los he visto todavía —respondí.

—Mañana hay una reunión importante en la empresa.

—Hmm —realmente no me importa lo que pase en la empresa.

—Papá se tomará un descanso.

—¿Qué?

—¿No lo sabías?

—No.

—Es que a ti no te interesa, Lena, ¿verdad? —dijo mi padre entrando en la cocina—. Nunca te han interesado estos temas.

—¿Por qué no me lo comentaste?

—Porque nunca te has interesado por la empresa ni por la familia.

—También soy tu hija. Deberías tenerme en cuenta.

Mi padre suspiró, mirándome con una mezcla de cansancio y desdén.

—Sabes que te queremos, pero nunca has mostrado interés en nuestras responsabilidades. Siempre estás en tus propios asuntos.

—Eso no significa que no quiera estar al tanto. Simplemente no me gusta cómo manejan algunas cosas.

Lex observaba la escena en silencio, tomando su café.

—Después de la junta, empaquen sus maletas. Nos iremos de viaje por la noche.

—¿A dónde? —preguntó Lex.

—Su madre quiere ir a Australia para Año Nuevo. Aunque antes tenemos otro destino.

Mi padre salió de la cocina, dejando un incómodo silencio.

—Australia, ¿eh? —dije, intentando romper el hielo.

—Sí, parece que mamá quiere una aventura. Alejarnos un poco estará bien —respondió Lex, forzando una sonrisa.

—Un cambio de escenario podría ser bueno —traté de bromear.