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Ya me había cambiado, me quite el maquillaje e hice mi aseo personal, todo con un nudo en el estómago. Osea dormiré con Jungkook, mi Bae. Cepille mi cabello y me coloque una crema corporal que uso para dormir.

Me miró al espejo y mi rostro se nota muy, pero muy nervioso. Mi corazón ha estado latiendo con fuerza desde que entré al baño... mmm... unos quince minutos más o menos.

—¿Hae? ¿Estas bien? —Jungkook golpea la puerta del baño, a lo pego un salto de susto.

—S... si, si ya salgo —maldición.

—Bien, te espero en la habitación entonces.

—Okey... —gemi en voz baja.

No lo puedo creer. Tomo mis cosas de forma atontada, porque mis manos literalmente están temblando. Me miró por última vez en el espejo, apago la luz y abro la puerta.

Lo único iluminado es el pasillo porque la sala ya está completamente a obscuras.

Mordiendo mi labio inferior camino hacia la única habitación que esta encendida y se escucha ruido. Mis manos empezaron a sudar cuando doy el primer paso, así que suspiro profundamente y camino como si nada.

Tengo que estar lo más neutral que puedo ‐ me digo en la mente dándome un concejo.

Golpeo la puerta de Jungkook y el dice pase. Contengo el aire y la abro, lo primero que veo es que tiene la mismas luces led en su habitación de varios colores... como un áurea voreal, lo segundo es que él ya en su cama (Gran cama por lo cierto) usando el teléfono.

—Hae  —sonríe.

—Hola —saludo entrando a la habitación y cerrando la puerta, como si los nervios se hubieran ido (por ahora).

—Pensé que había tenido un problema en el baño.

—¿Por que pensaste eso? —rió suavemente mientras dejo mis cosas en el bolso que había traído.

—Oh... es que te demoraste por eso —susurra teniendo sus ojos en mi.

Mis mejillas rápidamente toman color.

—A.. ah bueno... cosas de mujeres... —digo como restandole impotencia.

—Entiendo —asiente levemente.

Bien, ahora lo más complicado. Ir donde él y acostarse. Así que tímidamente me acerco hacia él y noto que él me sigue con la mirada de forma atenta.

—Yo...

—Ven, acuéstate —me extiende las sabanas hacia atrás de forma educada—. Mm.. si te sientes incomoda puedo dormir en el sofá...

—No —que rápido Hae—. Digo, no te preocupes.

Entrecierra los ojos y una hermosa y pequeña sonrisa sale de él—. ¿Segura?

Le sonrió a medias, nerviosa—. Si esta bien.

—Bien, Hae —suelta una carcajada—. Por favor acuéstate —dice en voz baja y mantiene esa linda sonrisa.

Solamente asentí y senté en la cama, para luego ya acomodarme por completo. Prácticamente me acosté en la orilla teniendo a Jungkook bastante lejos de mi.

—¿Por qué alejada manzanita?

—Perdon todavía me estoy acomodando —rio nerviosa.

Jungkook se cruzo de brazos viéndome acercarme.

—Por lo que veo te gusta el morado. —alza una ceja escaneando me.

Y si, mi volso era morado, mi estuche de maquillaje también lo es y mi ropa de dormir también lo es.

BAE ; Jungkook Donde viven las historias. Descúbrelo ahora