Estaba durmiendo tan bien, que simplemente no quería ni moverme. Sentía el brazo de Jungkook en mi cintura y su respiración en mi nuca. Era algo simplemente hermoso.
Pero esa voz, esa jodida voz hizo que me despertara de inmediato de la cama y saliera corriendo hacia la sala de la casa.
—¡Buenos días familia!
¿Ella?, ¡¿Que hace aquí?!,
Cruzando mis brazos camino hacia ella, la cual noto de inmediato mi presencia y un rostro de burla pasa por su cara.
—Pero mira no más quien tenemos aquí.
—Lo mismo digo de ti Minsong, ¿Que ya se te aburrió de andar de perra?
Ella suspira y se sienta en el sillón—. Lamentablemente si cariño.
—¿Pero que pasa aquí? —llega mi tía apresurada a la sala para observarme.
Enojada apuntó de mala gana a su hija y su expresión cambia de confundida a feliz, pero vuelve a mirarme ocultando la felicidad en su interior. Ella sabe los problemas de tengo con su hija.
—Hija, ¿Que no estabas en Seúl? —se sienta a su lado, sonando nerviosa.
—Si, solo vine a buscar unas cosas importantes que se me quedaron. Pero no sabía que ibas a estar con visitas —no sé porqué siento que lo dice con ácido y sus ojos a mi dirección.
Viro los ojos—. Si no fueras tan arrastrada Minsong, no nos llevaríamos mal —me encogí de hombros.
—Hae...
Nooo, ¡Jungkook! Se me había olvidado que estaba aquí. Si Minsong lo llega a ver captará de inmediato su atención.
Entonces como si lo hubiera nombrado telepáticamente, Jungkook aparece rascando su nuca. Llega a mi lado y me abraza por la cintura y deja su cabeza en mi hombro.
—¿Por qué te despertarte de la nada?, eras mi osito de peluche —me apretar contra él.
Ay.
Siento como mis mejillas toman color a su linda actitud que tiene conmigo y también por el lindo apodo que me acaba de poner. Pero los tacos de Minsong suenan en el piso atrayendome completamente a la realidad.
Algo molesta miro a Minsong, pero es demasiado tarde, porque ella ya le esta dando una mirada lavisa a mi bae.
—Pero, ¿Quién es este hombre tan sexy? —¿sera o se hace?.
Jungkook se tensa detrás de mí, ya que sus brazos se pusieron rígidos en mi cintura. Siento como su calidez de aleja para seguramente ver a Minsong
—Y.... tu ¿Eres? —pregunta sonando completamente desinteresado.
Jajaja ¡En tu cara Minsong!
—Soy Minsong. Un gusto —se acerca para saludarle, pero por instinto me pongo frente de ella deteniendo su camino.
—Alto ahí, rubia —murmuró.
—¿Tan asustada primita?
Torso una sonrisa—. Asustada no. Pero previniendo tu veneno, si.
Observo como esta aprieta sus dientes y me da una sonrisa que parece de mueca. Soltando un suspiro se da la vuelta y a mi tía que presencia todo con preocupación.
—Lastima que me tengo que ir —me mira—. Adiós.
Toma las cosa que había sacado y sale sin antes de ver hacia nosotros y guiñarle un ojo hacia Jungkook.
"Maldita"
—Estúpida —digo en susurro viendo hacia la puerta.
—Eso...fue incomodo —dice Jungkook—. Pero ya que se fue, buenos días, mi linda manzanita.
Me gira hacia él sintiéndome algo mareada, pero feliz por su lindo saludo. Toma mi rostro entre sus manos y conectamos miradas.
—Ahí están.
—¿Qué cosa? —arrugó mi entrecejo.
—Ahí están tus lindas mejillas. Parecen dos manzanas rojas.
Ay. Señoras y señores, aquí murió Hae.
Simplemente negué con mi cabeza sintiéndome completamente nerviosa. ¿Por qué tiene que ser tan lindo y atento?
Jungkook moja sus labios pareciendo que algo va hablar, pero un teléfono desde el pasillo suena. Claramente es su teléfono. Escucho como murmura algo intendente.
—Vuelvo de inmediato —dice besando mis mejillas. Por un momento dejo de respirar y miro aturdida por donde se va.
"Quiero tenerte en mi futuro Jungkook"
—Lo siento mucho Hae, no pensaba que ella iba a venir.
Ay! Mi corazón. Pestañeo volviendo a la realidad y sintiendo una boba sonrisa miro a mi tía, la cual se ve con tristeza.
—Nadie sabía tía. Pero lo bueno es que ella se fue —asiente decaída.
Que mañana.
El resto de la mañana solo se pasó en casa descansando después de la caminata de ayer. Prácticamente con Jungkook lo pasamos acostados en la cama viendo videos y durmiendo de vez en cuando.
La primera que vez despierto pude escuchar sus ronquidos. Joder, ronquidos que no se porque alteran mi corazón.
A las cinco de la tarde ambos nos encontramos despiertos y aseados. Habíamos comido algo que preparo la tía, ya que ella se fue a trabajar. Así que ahora con la pancita llega, Jungkook esta a mi lado abrazándome por los hombros, mientras ve su celular.
—¿Salgamos?
—No, estoy aún cansada de lo de ayer.
Respondí girandome hacia él y abrazarlo. Esto era como un regalo para mi, ya que cuando volveríamos a Seúl no podría hacer cosas como estas.
Ya alrededor de las once en punto cenamos una rica comida para luego irnos a dormir.
—Mañana sí que vamos a salir —aseguró un Jungkook casando a lo que yo asentí con un minuto "si"
Él apago la luz y segundos después me abraza por la cintura atrayendome hacia él.
Simplemente momentos así son hermosos.
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