- Sabes que me gusta esto. - murmuré pegándome a él.
Soltó un jadeo involuntario, ganándose que alzara una ceja en incredulidad por verle tomar aire cuando en realidad no lo necesitaba.
Su camisa yacía desperdigada por el suelo, así como la mía se encontraba desabrochada más botones de los necesarios para guardar la compostura propia de una señorita.
- Pero Alice se molestará sino me dejas irme ahora mismo.
Edward se apartó con brusquedad y me dejó libre. Sentí que tenía los labios tan hinchados que comenzaron a arderme, provocando que él me mirase con una expresión ansiosa.
- Creí que iríamos poco a poco.
Me sujetó al instante por la cintura, depositando un beso en mi cuello y aspirando con fuerza mi aroma. Le sentí temblar levemente al afianzar de forma posesiva su postura en torno a mí.
- Contigo el poco a poco queda como una cosa insuficiente.
Le miré a los ojos con una media sonrisa.
- He cambiado. Ya no soy la misma niña que conociste.
- Yo te sigo viendo igual de infantil en innumerables ocasiones, - dijo seguro de sí mismo.
Rocé mi nariz con la suya, a medida que no apartaba mis ojos de los que le pertencían a él Agarré su piel marmólea con mis palmas, centrándome en su pecho níveo de aspecto delgado y fuerte. Me gustaba tanto.
- Sabes a lo que me refiero.
Recorrió con su dedo índice mi boca, ganado el juego pues me dejaba completamente ida por lo maravilloso de su tacto helado contra mi piel ardiente.
- Lo estamos haciendo todo de forma muy intensa. - sugirió encima de boca.
- ¿Te molesta?
- Eres muy joven.
- Solo tengo un año menos que tú. - repuse con un ligero mohín- Alice dice que quedamos de una forma maravillosa.
- Eres la humana más hermosa que he visto jamás. Superas a cualquiera que pudiese contemplar antes, eso es cierto.
Le besé suavemente.
- ¿Más que Rosalie?
- Incluso ahora que es inmortal quedaría opacada si tú, con tus mejillas sonrosadas y aspecto fresco y lleno de vitalidad, entrases a la misma habitación que ella.
- ¿ Y esa prima tuya de pelo fresa?
- Tanya no tiene nada que hacer contra todo lo que tú representas para mí.
Le miré largamente, porque no había ni rastro de engaño en sus palabras.
- Te amo.
- Yo también te amo. - sonreí besándolo nuevamente.
Alice caminaba dando saltos asemejados a los de una bailarina de ballet en medio de un ataque de adrenalina aunque ella ni siquiera segregase hormonas de verdad en ninguna parte de su cuerpo. Agarré su brazo cuando comprendí que demasiada gente nos miraba con muecas extrañas, dado que estábamos llamando excssivamente la atención.
- Perdón. - se disculpó ella mirándome.
Continuamos nuestro camino hacia el spa, dejando las llaves del auto a un mozo.
Las dos habíamos decidido pasar al menos un fin de semana en aquel lugar, puesto que Edward necesitaba salir de casa para cazar, por ello, aprovecharíamos para pasar unas pequeñas vacaciones. Alice saltaba a cada rato por la sola idea de pasar un fin de semana siendo una humana completamente normal pero a mí no me convencía en absoluto la idea, sobre todo porque el sol salía con el amanecer.

ESTÁS LEYENDO
OCASO
FanfictionAlexandra es una Vlad, lo que significa poseer un corazón fuerte y un carácter particular, casi extravagante. Sin embargo, una enfermedad mental ha azotado a su familia paterna durante siglos, y parece haberse manifestado con mayor fuerza en ella. D...