ADVERTENCIA: si tienen historias traumáticas respecto a embarazos, problemas de fertilidad y pérdidas, lean bajo su propio riesgo.
***************************************Su interior lo rodeaba, apretado y terso, clamando por cada gota de energía restante en Draco. Sus manos se aferraban a las caderas de Harry con una fuerza bestial, moviéndolo a su antojo, acompañado de la cacofonía de gemidos y aullidos de placer que llenaban la pequeña cocina. Había empezado como un sano beso en la nuca de Harry mientras este cocinaba, de alguna forma habían terminado así: con Harry doblado sobre la encimera, abierto de piernas y recibiendo cada estocada de Draco en su interior.
La electricidad parecía cargar el ambiente conforme Draco torturaba con sus embestidas a Harry, sus gruñidos de placer implacables destrozando la calma de Grimmauld Place, hasta que todo colapsó en un grito ahogado cuando Harry se aferró a Draco con todo en su interior, gritando una versión distorsionada de su nombre que reverberó en las paredes de la vieja casona, hasta hacer temblar sus cimientos al sentir el calor del orgasmo de Draco en su interior.
—Joder… eso fue… —Harry se sentía incapaz de decir más palabras, su garganta seca y su lengua pastosa. Draco soltó una carcajada muda que llevó un golpe de aliento a la nuca de Harry.
—Siempre tan elocuente, Potter —comentó Draco con diversión, esperando algunos segundos más para que su corazón se ralentizara antes de sacar su hipersensible pene del interior de Harry—. ¿Tienes idea de lo hermoso que te ves así, abierto y goteando mi semen de tu agujero?
—Dra…co —farfulló Harry en una protesta, avergonzándose de lo rápido que esas palabras lo excitaban. Su mirada llorosa se encontró con la sonrisa arrogante de un Draco deshecho, destrozado por el placer.
—Tan hermoso —repitió Draco, esta vez en un susurro suave que trasmitió hacia Harry una adoración abrumadora.
Sonriendo, ambos se permitieron aquel instante unos segundos más, respirando pesadamente, sudados, con el aroma del otro impregnado en sus pieles. Un latido más de sus corazones y, luego, de vuelta a la realidad. Draco usó su varita para lanzar un hechizo de limpieza sobre ambos, y ayudó a Harry a estabilizarse, sus firmes dedos recorriendo los nudos adoloridos en la espalda de su esposo.
—¿Qué dices su terminas la cena mientras yo preparo un baño y nos deleitamos en la bañera juntos? —propuso Draco, besando el cuello de Harry nuevamente y sonriendo ante el jadeo entrecortado que Harry soltó.
—Eso suena bien —murmuró Harry, cerrando los ojos para dejarse abrazar por la refrescante temperatura de Draco.
—Te espero en el baño —susurró Draco, mordiendo rápidamente la oreja de Harry y escuchándolo ahogar un gemido sorprendido antes de correr lejos de la cocina.
—¡Malfoy! —gritó Harry en protesta, pero Draco ya estaba adentrándose en su estudio para dejar la carpeta con su última investigación en el escritorio antes de ir al baño, con una sonrisa complacida en sus labios.
—Deberías tener hechizos de silencio por toda la casa, no siempre puedo correr a Hogwarts cuando siento que empezáis con vuestras… actividades —reclamó Snape desde su retrato, sobresaltando a Draco un instante.
—Pensé que estarías en Hogwarts esta semana —repuso Draco, quien siempre había sido muy cuidadoso con la presencia de su padrino en Grimmauld Place antes de iniciar cualquier avance con Harry, después de un desafortunado encuentro en el estudio en presencia del antiguo profesor de pociones.
—Obviamente no es así —respondió Snape, con el arrastre lento de su voz que lo caracterizaba. Draco suspiró.
—¿Tuviste otra discusión con McGonagall? —preguntó Draco, apoyándose en el escritorio y cruzando ambas manos sobre su pecho.
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Siempre a ti (Drarry)
FanfictionDespués de una vida de enfrentamientos y disgustos mutuos, el tiempo posterior a la guerra trajo a la superficie sentimientos no resueltos que tanto Harry como Draco negaban. De esa unión, para ambos casi insuficiente y traicionera, surgió un result...