Capítulo 16 "Todo para ella"

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Draco no era un gran defensor del multicolor. En su vida casi todo siempre había sido adornado de forma elegante y combinada entre tonos pálidos y planos, contra los contrastes oscuros de un negro profundo o las múltiples tonalidades de verde. Fuera de los artilugios y bromas de los gemelos Weasley en Howgarts, Draco no había visto muchas explosiones de color en su vida. En esos momentos, sin embargo, la sala de estar número 5 de la Mansión Malfoy parecía haber sido vomitada por duendes arcoíris.

¿Cómo habían permitido sus padres semejante evento en la Mansión Malfoy? Sencillo: el poder de una familia reunida, la que nunca habían tenido verdaderamente. Draco le agradecía muchas cosas a Harry, cosas grandes como haberle salvado la vida y haber evitado que sus padres y él fueran a Azkaban. No obstante, de todo lo que le agradecía, ninguna era más grande y emotiva para él que ver a sus progenitores comportarse como padres de verdad.

El gran árbol genealógico que se extendía en la pared a su izquierda había cambiado. Ahora, debajo de la esfera que mostraba la vida de su hija no nacida había un nombre escrito con elegante caligrafía alargada e inclinada: Calantha Lunaria Lily Potter Malfoy. No era tan extravagante como la familia Malfoy estaba acostumbrada, pero mantenía la tradición Black y tenía tanto de Harry que a Draco le dolía el corazón de placer al verlo.

La habitación, antes vacía, ahora estaba llena de sillones y sofás para acomodar a todos los invitados. El suelo, en cambio, estaba cubierto de los distintos regalos con los que habían llegado cada uno. Para su entretenimiento, y la frustración de su padre, entre esos regalos venían juguetes de broma por parte de George Weasley, que habían causado un estallido de colores que manchó hasta el techo. Harry se había carcajeado hasta las lágrimas, así que los Malfoy no dijeron nada. Otro asombroso milagro del efecto Potter, Draco estaba seguro.

En una esquina, Narcissa y Molly intercambiaban ideas respecto al cuidado y educación de su futura nieta. ¿Cómo ellas dos habían llegado a hacerse amigas? Draco solo podía atribuirlo a una de las tantas cosas antes inverosímiles que estaban sucediendo en su vida. Lucius, para total asombro de su hijo, también platicaba con Arthur Weasley. Draco estaba viviendo una alucinación, casi podría jurarlo.

El hechizo de alarma en la chimenea anunció la llegada de otro invitado. Draco recorrió la habitación con la mirada, no creyendo que faltara nadie de las personas que habían confirmado asistir al babyshower, pero igualmente se excuso con Harry y Neville y fue a ver quién pedía permiso para acceder a la mansión. No quería importunar a sus padres ahora que se estaban llevando bien con la familia adoptiva de Harry.

Si Draco pensó que todas las sorpresas de la noche habían terminado, ciertamente se había equivocado. El visitante inesperado era nada más y nada menos que Astoria Greengrass. Por un instante, Draco estuvo tentado a negarle el acceso y que se regresara por donde vino, pero no habían vuelto a hablar desde aquel día en la cafetería y su exprometida, pese a todo, había sido una amiga para él. O algo bastante similar.

—Buenas noches, Draco —saludó Astoria, siempre la muchacha educada y perfecta que le habían enseñado a ser.

—Buenas noches, Astoria. Una sorpresa tenerte aquí esta noche —comentó Draco, quitándole su abrigo como un bien anfitrión y colgándolo en la larga percha que sostenía los abrigos de todos los invitados esa noche.

—Nuestros padres mantienen contacto por los negocios, que no se vieron dañados pese a la ruptura de nuestro compromiso. Lucius comentó el motivo de su ausencia de esta noche a una reunión importante y yo decidí que quería hacer las paces. No terminamos mal, pero no quería que esa conversación fuera el cierre de todo. Éramos amigos, ¿no?

Draco no estaba seguro de qué lo dejó más estupefacto: su padre negándose a asistir a una reunión de negocios por estar allí para su familia esa noche, o Astoria queriendo recuperar la amistad que alguna vez habían tenido. Tenía que admitir que, a excepción de Harry y la reciente incorporación de los Weasley, Draco no guardaba relación con nadie de Howgarts. Con nadie en general, a decir verdad. La idea de recuperar una amistad perdida, aunque fuera una que apenas iba cimentándose, se sentía bien.

Siempre a ti (Drarry)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora