Harry estaba revisando el trabajo de Kreacher, quien era el encargado principal de llevar a cabo el proceso de cocina de la comida de esa noche. No había ningún evento en particular para celebrar, pero Harry había decidido hacía una semana que había mantenido a sus seres queridos lejos demasiado tiempo y era hora de cambiar eso. Pretendía reunirlos a todos en una cena en Grimmauld Place y, de paso, anunciar quienes serían los padrinos de Calantha.Durante un tiempo se sintió reacio a permitirle la entrada a nadie, incluso cuando recuperó el control sobre sí mismo y su mente y pudo tener a su hija en su casa de forma permanente. Había algo sagrado en esa unión de ellos que no quería compartir con nadie que no fuera más que necesario.
Eso solo incluía a los padres de Draco, quienes se hicieron cargo de Calantha durante su estado de depresión postparto, y la psicomaga. El resto del mundo quedó vetado de Grimmauld Place hasta que Harry decidiera lo contrario. Sabía que sus amigos y los Weasley le estaban dando un tiempo difícil a Draco, pero él no se quejaba y Harry no quería hacerlo por su cuenta. Hasta la semana anterior.
Harry no era consciente de qué exactamente despertó ese sentimiento. Se había levantado de madrugada para ver a Calantha, quien necesitaba un cambio de pañal según el humo marrón dentro de la esfera flotante, y la idea apareció en su cabeza. No quiso arriesgarse a retractarse, así que despertó a Draco y lo hizo escribir las invitaciones mientras él mecía a Calantha para que volviera a dormirse.
Draco farfulló algunas quejas somnolientas ante el abrupto despertar de madrugada, pero no por eso se negó a ayudar a Harry. Con su caligrafía perfecta hizo las invitaciones y luego las ató a Astor y a Nyx, dejando que cada uno volara en direcciones diferentes para avisar a sus invitados.
Las respuestas llegaron a media mañana y, desde entonces, Harry parecía haber iniciado algún tipo de moción de limpieza extrema. Draco había tenido que regresar a trabajar antes de lo deseado, y Harry lo alentó a ello pese a que Draco todavía podía pedir algunos permisos más. No había podido acumular la experiencia de años deseada debido a todo lo sucedido, Harry no se sentía cómodo alejándolo más de su laboratorio. Eso significaba que Kreacher y Harry limpiaban y acomodaban la casa.
Como Draco temió, el resultado fue desastroso y, haciendo oídos sordos a las protestas de Harry, Draco pidió dos elfos a sus padres. En principio, Draco le dijo a Harry que eran un préstamo y solo estarían allí hasta que la noche de la cena pasara. La verdad era que Draco esperaba que Harry se acostumbrase a los elfos y no quisiera devolverlos luego y, por lo que había visto, su plan parecía haber funcionado.
Harry pasó por la habitación de Calantha, donde Effie cambiaba su pañal al ritmo de una canción de cuna que hacía a la pequeña reír entre gorgoteos. Con una sonrisa tranquila en su rostro, Harry dejó a la elfina con su hija y siguió a su habitación. Se sorprendió un poco de encontrarla vacía, juraba haber escuchado a Draco llegar mientras él estaba en la cocina, pero entonces el familiar ruido de la ducha llegó a él y supo que Draco estaba en el baño.
Ansioso por informarle todo sobre la cena y, en un intento de darle el gusto a Draco como agradecimiento por toda su paciencia, hablar sobre sus vestimentas para la noche y asegurar que fueran a juego, Harry caminó hasta el baño y apenas dio dos toques de advertencia antes de entrar.
Lo que Harry no previó fue su reacción instintiva a Draco. Sus pies se congelaron en la puerta del baño mientras sus ojos devoraban sin control el cuerpo desnudo de Draco, mojado bajo la ducha, con el cabello oscurecido por el agua y la espuma bajando por su cuerpo al clarear el champú. Su garganta se sintió repentinamente seca y rasposa, y sus manos cosquilleaban.
¿Cuánto hacía que no había visto a Draco desnudo? Verdaderamente, no solo en un intento de baño incómodo destinado a sacar a Harry de ese lugar oscuro en su cabeza. Harry no lo recordaba con exactitud, pero había sido antes de ingresar por última vez en San Mungo por las contracciones antes de tiempo. Calantha tenía nueve meses ya.
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Siempre a ti (Drarry)
FanficDespués de una vida de enfrentamientos y disgustos mutuos, el tiempo posterior a la guerra trajo a la superficie sentimientos no resueltos que tanto Harry como Draco negaban. De esa unión, para ambos casi insuficiente y traicionera, surgió un result...