Dame tu mano

3. Beca completa.

Después de lo que Andrea le había dicho a Edgar, este último solo pensaba en que fuera lo que pasase con el restaurante, tenía una única meta de ahora en adelante, conseguir una beca completa.

Edgar estaba por terminar su primer año de universidad y sabía que para el segundo podría aplicar para una beca completa, sus calificaciones eran muy buenas y si ya se esforzaba desde antes de la noticia por conseguir un promedio para una beca completa, ahora sería un 200% su esfuerzo.

- Entonces... te quedarás desempleado.

- Puedes ser más sensible por favor Adam?

- Siempre me dices lo mismo Danna.

- Porque siempre haces tus mismos comentarios estúpidos.

- Tu muy sabía o no?

- Ya dejen de pelear.

Adam y Danna eran los mejores amigos desde la infancia de Edgar, incluso habían hecho lo posible por entrar a estudiar en la misma universidad, aunque obviamente cada uno en una carrera diferente, Edgar en mercadotecnia, Adam en Artes y Danna en literatura, sus ratos juntos era las raras veces que a sus amigos los incorporaban a las clases de manejo de imagen o ese tipo de cosas, mayormente se reunían en los descansos y en la salida, casi siempre en la biblioteca y cada uno metido en los libros de su respectiva carrera... pero juntos al fin.

- Lo siento Ed.

- Y qué vas a hacer si cierran?

- Será oficialmente el principal desempleado de los 3.

- Adam!

- Oye! Nos lleva ventaja, aun nos faltan por lo menos 3 años para eso.

- No estoy seguro si eso es bueno o malo.

- Ignoralo, el punto es, que hay que buscar alternativas.

- Además de mi plan de conseguir la beca completa?

- Sí.

- Por qué necesita más planes? Literal es el primero de la clase.

- Saben cuántos alumnos hacen solicitudes de becas al año? Es un milagro que para ingresar te dieran la mitad de una.

- Siempre optimista Danna.

- No es por ser pesimista, pero sabes que es difícil, aun con un promedio de 100.

- Es casi mi única opción Danna.

***

Cuando el ciclo escolar estaba por terminar, era momento de que Edgar enviara su papelería para la beca, al enviarla estaba sudando, sabía que era un riesgo, podían aceptarlo, dejar la mitad de la beca que ya tenía o que se la quitaran por completo, debía ser lo más optimista posible, si había un momento para "manifestar" con Adam le había dicho, el momento era ese.

Y justo al salir de la oficina de correos, como en las películas, lo vio, (o mejor dicho lo volvió a ver) era el chico idol del autobús, del acontecimiento ya habían pasado meses, jamás lo había vuelto a ver, ni siquiera ese día habían hablado, en ese momento Edgar estaba cabeceando lo suficiente como para que pareciera que escuchaba algún grupo de rock, (aunque la realidad era que estaba cayendo en los brazos de Morfeo), como fuese, ese chico estaba de nuevo, su cabello lucia un poco más largo, tenía sentido, pues se habían visto (o por lo menos Edgar a él) en enero, y ya estaban a finales de junio, además su cabello ya no era rosa, sino de un café bastante claro, pero sin llegar al rubio, se le veía tan bien, y cuando Edgar se percató del tiempo que llevaba viendo al chico, sacudió la cabeza y volvió a su casa, pero en su cabeza solo podía escuchar una palabra: Destino.