7. Nuevo jefe.

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Cuando al fin llegó el día de la entrevista Edgar estaba bastante nervioso, una noche antes había hablado por mensaje con Noel sobre que podía o no decir y como comportarse frente al amigo, y nuevo jefe en potencia, Noel, le había dicho que estaba seguro que ese estaría de peor humor, así que iría a darle apoyo, Noel decía eso seguido, Noel decía muchas cosas últimamente, hablaban casi todas las tardes, excepto los martes y miércoles, que era cuando Noel tenía practica hasta tarde, pero el resto de tardes eran suyas.

Sabía o sentía que sabía demasiado ahora sobre Noel y este de él, entre datos pequeños, algunos inutiles, pero nunca los más profundo o fuertes, esos jamás se los diría Edgar, no iba a develar ese pasado y menos con un potencial novi... amigo, si eso... amigo.

Edgar salió de casa y tomó el autobús, todo el camino fue escuchando música, eso lo relajaba, al llegar a la oficina, notó que Noel ya estaba allí esperándolo, lucia tan bien... por qué siempre lucia bien?

- Hola universitario.

- Ya te dije que me llamo Edgar...

- Y yo ya te dije que me gusta el apodo de universitario, además, no tiene nada de malo o si?

- Pues... no... pero prefiero que me llamen por mi nombre.

- Mmm... tal vez un día, ahora entremos, no quiero que ese loco se vuelva aún más por hacerlo esperar.

- Bien.

El lugar era pequeño, acogedor y con colores lindos, combinaciones de blanco, azul y un especie de amarillo muy claro, era amigable, aún no estaba terminado, lo extraño era qué a pesar de la sobriedad, alguien dibujaba un sushi gigante en la que parecía ser el área para comensales.

- Lindo no?

- Sí... eso creo.

- Descuida, mi amigo es extravagante, te caerá bien.

- Okay.

Al llegar a la oficina, por el lugar se paseaba un chico alto, un poco moreno y con el cabello hacía un lado, pero con ropa bastante relajada, parecía que iba a una comida o a jugar golf, cualquiera de las 2 opciones era factible.

- Hola tu.

- Ah hola, no sabía que venias.

- Te traje a un candidato a recepcionista, ya te había dicho.

- Lo dijiste, pero no mencionaste la parte de venir.

- Qué? No quieres verme?

- No empieces de dramático.

El chico miro a Edgar y de inmediato le sonrió, su sonrisa era amplia, linda y te hacia sentir seguro, este era el gruñón amigo del qué tanto Noel le había advertido?

- Lamento haberte recibido hasta ahora, tenía algunos problemas con unos proveedores, pero ya se solucionó.

Todo lo decía con una enorme sonrisa, mientras qué Noel lo miraba con algo de desconfianza.

- Entonces, Edgar no?

- Sí.

- Siéntate, te haré unas preguntas.

- Bien.

Las preguntas eran sobre su experiencia laboral, ambiciones como empleado, etc, Edgar se sintió aliviado de no tener que tratar con un verdadero gruñón, se había sentido preocupado por nada.

- Bueno, tienes buen historial laboral y mi querido amigo Noel me dijo que prácticamente me arrepentiria sino te contrataba así que... contratado.

- De verdad?

- Ajá, empiezas en un mes, que es cuando abrimos.

- Pero... yo...

- Qué?

- Es que no quiero que solo por... solo porque le dijeron que... bueno... yo...

- Ah, es por lo de Noel, no?

- Sí.

- Descuida, solo bromeaba, casi nunca le hago favores, además, si cuando estés trabajando no me gusta tu rendimiento, te despido.

Edgar abrió mucho los ojos.

- Feliz?

Y el chico sonrió.

- Creo.

- Bien, nos vemos.

- Adiós, y gracias.

- Adiós tontito de mierda.

Así se hablaban entre amigos?

Al salir del lugar, ambos se dirigieron a la parada de autobús, Noel inició la conversación.

- Y qué opinas?

- El lugar es lindo, y tu amigo es agradable, no sé porque lo describiste casi como un ogro.

- Debía prevenirte, no lo parece pero su humor cambia mucho.

- A mi me pareció agradable, y hasta guapo.

Los ojos de Noel se tornaron fríos.

En ese momento llegó el autobús.

Ambos subieron, pero no sé sentaron juntos, dos paradas antes de la de Noel, la señora con quien Edgar se había sentado bajó y Noel se sentó junto a este.

- Entonces te gustó mi amigo?

- Yo no dije eso, dije que me parecía agradable.

- Y guapo dijiste...

- Lo es, solo porque sea mi nuevo jefe no significa que voy a negar la realidad.

- Ajá...

- Qué?

- Nada.

Llegó la parada de Noel, se levantó y antes de bajar se dirigió a Edgar y le dijo.

- Es guapo, su novio piensa lo mismo.

Y descendió.

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