Los sándwiches de selva le seguían provocando arcadas a Edgar cada vez que olía la lechuga apenas salir de la habitación... así que cada mañana se aseguraba de cocinar cada vez más grasiento que el día anterior... siempre ponía aceite de más a los huevos, al tocino e inclusive una vez probó con mantequilla, lo que provocaba arcadas a Noel.
Por la tarde no iban mejor, Edgar llegaba de la escuela y se iba a sus prácticas y de allí al trabajo, lo que provocaba que llegará a las 2 de la madrugada, hiciera tarea y durmiera solo 4 horas, estaba sintiéndose agotado... sobre todo porque después del día que peleo con Noel y este se marchó molesto al gimnasio, ahora si dormía en la habitación de invitados... de todas formas allí estaban sus pertenecías.
Una mañana mientras salía de la habitación Noel estaba de espaldas, cuando se acercó intento componer las cosas... aunque hacía ya 3 semanas que estaban peleados.
- Buenos días...
Noel siguió preparando su ensalada y ni se inmutó con la presencia o las palabras de Edgar.
- Buenos días Noel...
Intento más cerca y diciendo su nombre... aunque a menos que hablará solo, no había nadie más a quien pudiera dirigir su saludo matutino.
- Hola...
Fue lo único que dijo Noel y siguió con su ensalada.
Como siempre, durante las últimas 3 semanas en que Edgar había intentado arreglar las cosas (como en 4 ocasiones) solo soltó un suspiro y se dirigió al refrigerador por leche y comenzó a prepararse un cereal... ya no tenía ganas de discutir o probar nada... solo quería algo de paz.
Y la tuvo... demasiada, ya que siguieron sin hablarse y Noel ni lo miraba, entonces Edgar comenzó a pensar en que hacer al respecto, las cosas ya no funcionaban y eso que no tenían ni un año, ni de relación ni de vivir juntos, y entonces... volvieron a Edgar todos los pensamientos que había tenido antes de mudarse con Noel, pero uno le había invadido la mente desde su primera pelea... "¿Y si no funcionaba?"... Y tuvo la terrible revelación para si mismo... de que justo eso había pasado.
Sentía que se habían precipitado, sabía que el amor no lo era todo en la vida y que no lo resolvía todo, y desde su primera pelea, dudaba bastante si lo de ellos era amor o solo eran impulsos y ganas de hacer cosas que antes no habrían hecho.
Comenzaba a sentirse arrepentido, de haberse ido de casa de sus padres, de todo el espectáculo que su hermana y él habían hecho, todo... para nada, para al final tener que aceptar que no iban a funcionar y quizá, jamás lo harían, ahora pensaba que tal vez nunca debió si quiera fijarse en él, porque le dolería, en el fondo, sabía que le dolería, terminar, tener que dejar todos sus recuerdos y momentos juntos en el pasado... y es que, aunque Edgar ya había tenido un par de relaciones antes, lo cierto era que ninguna había llegado tan lejos, como para incluso vivir juntos.
Y mientras todos estos pensamientos agotaban la cabeza y energía de Edgar, se escuchó a sí mismo diciendo:
- Creo que debería mudarme.
Noel, por primera vez en semanas, levantó la cabeza.
- Qué?
- Que me debería ir...
- Y eso por qué?
- Y todavía lo preguntas...
- Solo quiero saber.
- Noel, nos la pasamos peleando, dormimos en habitaciones separadas...
- Y ya ni siquiera nos vemos.
Terminó de decir Noel.
- Con lo de tus prácticas nos vemos menos que antes y como fuiste tan infantil de mudarte de cuarto.
- No fue infantil!, pensé que tener espacio nos serviría.
- Pues no funciona, estoy más molesto que al inicio.
- Pues de eso yo ya no tengo la culpa.
- Si, yo solo me hago berrinches y me contento.
- Pues si... eso es justo lo que haces!
- No es cierto!
- Lo es!
- Mira, haz lo que te venga en gana, total me da igual.
- Bien... entonces me voy.
Y así las prácticas inpracticas y un mar de cosas más, dejaron a 2 corazones que antes latian como uno solo, de nuevo bombeando por separado.
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Dame tu mano
Storie d'amore- Él.. sobrio. - Él... amoroso. - Él... intrigante. - Él... olía tan bien Dios, por qué tenía que oler tan bien? Y por qué no podía dejar de sonreír?