Tener que hacer una maleta para viajar era sencillo, solo irse por unos días de su casa, no importaba, pero ahora estaba empacando para lo que parecía ser, una locura total.
Edgar y Noel estaban locos, (al menos eso pensaba Edgar), cuando después de tan solo 2 meses de estar saliendo, se irían a vivir juntos, ¿Y si se estaban apresurando?, ¿Y si la relación se iba a la mierda por querer vivir juntos?, ¿Y si Edgar de verdad roncaba como decía su hermana?
Tenía demasiadas dudas viendo sus cosas regadas por todo su cuarto, comenzar a empacar ya le ponía los nervios de punta... no quería imaginarse como seria cuando ya estuvieran viviendo bajo el mismo techo.
Los padres de Edgar no estaban del todo convencidos, Noel ya era una persona independiente, ya no vivía con sus padres y tenía un apartamento desde ya algunos años, pero Edgar no, él apenas estaba por terminar la universidad, y aún le faltaba 1 año y medio para finalizarla, nunca había vivido solo, trabajaba, pero siempre volvía a casa de sus padres, donde no pagaba servicios y siempre había comida, ahora, al vivir con Noel, tendría nuevas responsabilidades, además de las ya mencionadas.
Edgar no paraba de sorber la nariz, a veces por el polvo acumulado y a veces por los recuerdos acumulados, no cabía duda, era un nostálgico de lo peor, aunque siempre había soñado con irse de casa, más que nada, para dejar de ser una boca más que alimentarán sus padres, (pese a nunca recibir reclamos de parte de ellos, por su situación económica se sentía bastante mal y a veces hasta culpable), no dejaba de recordar cuando se mudaron los 4 a esa casa, cuando su hermana y él pelearon por la habitación más grande, cuando ella, estaba totalmente asustada de dormir sola, porque se había quedado con el cuarto más grande, y fue a buscar a Edgar, ella solo tenía 6 años en ese entonces.
Ahora todo en él gritaba recuerdos, memorias, y una palabra que lo hacía sentir un miedo incontrolable, adulto, estaba atravesando por una etapa difícil, una transición que para sus compañeros solo era saber que costaba pagar la universidad, para él implicaba mucho más, dejar atrás su comodidad y tomar nuevas retos y decisiones.
Le asustaba, siempre que lo pensaba, pero a la vez, al ser con Noel con quien viviría todo, eso le daba un poco de paz dentro de todo el caos interno que sentía.
Luego de algunos días empacando, llegó el sábado y con este el día de la mudanza.
Noel había traído una camioneta para transportar todas las cosas, en eso estaban cuando Nora apareció en la puerta, pidió hablar con Edgar y Noel salió con cajas y le dijo que cuando quisiera que subiera por más lo llamara, Edgar asintió y se quedó solo en la habitación casi vacía con Nora.
- Vienes a reclamar tu nuevo territorio? - Le dijo Edgar en tono de broma.
Cuando se había acordado lo de la mudanza, Nora no paraba de insistir en que la dejarán usar la habitación como estudio, sus padres al no verle otro uso a la habitación habían accedido.
- Casi. - Dijo Nora, su tono parecía bastante triste.
- Qué tienes?
- Eh?
- Qué tienes? Te peleaste con tu novio?
- No...
- Entonces?
- Yo... yo solo...
Y comenzó a llorar y abrazó a Edgar, esto lo tomó por sorpresa y solo le devolvió el abrazo, iba a volver a preguntar cuando Nora al fin le dijo lo que ocurría.
- Te voy a extrañar mucho.
Estaba empezando a hipar y Edgar ya sentía su hombro mojado con las lágrimas de su hermana, pero al reaccionar a sus palabras, la abrazó aún más fuerte y comenzó a llorar también.
El sonido de los llantos de los hermanos mezclado hizo que sus padres y Noel subieran a la habitación de inmediato.
La escena hizo que su madre se acercara a ellos y los abrazara, su padre se limpiaba las lágrimas que salían y Noel también lloraba, solo que no tan fuerte como los hermanos.
Una vez que todos sacaron sus sentimientos y expresaron que iban a extrañar a Edgar demasiado, terminaron de sacar las cajas, más tarde irían a buscar los muebles, Noel ya había dicho que tenía una habitación extra que nunca usaba, y sugirió enviar allí los muebles de Edgar, ellos aseguraban que esa seria la habitación del recién llegado, pero ya sabían que la pareja no dormiría en habitaciones separadas, pero no hubo protesta al respecto.
Al tener ya todo listo, Edgar y Noel emprendieron el camino hacia su nuevo hogar juntos, hacia su nueva vida, y nuevos retos juntos.
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Dame tu mano
Romance- Él.. sobrio. - Él... amoroso. - Él... intrigante. - Él... olía tan bien Dios, por qué tenía que oler tan bien? Y por qué no podía dejar de sonreír?