Edgar se sentía bastante culpable por el pensamiento que tenía... llevaba menos de 2 meses en una relación con Noel, y... ¿Ya estaba pensando en vivir juntos? ¿Matrimonio?
Solo pensaba en como lo tomarían sus padres, además, él solo les había dicho que salía con alguien, no habían visto a Noel... Si de repente llegaba y les decía ese tren de pensamiento... No, su madre se volvería un mar de llanto, su padre le diría lo problemático que es vivir con alguien a tan poco tiempo de conocerse y su hermana... bueno, ella se reiría y le diría que esta estúpidamente enamorado, y... tal vez lo estaba... pero no quería admitirlo en voz alta.
Fuera de lo que el resto de su familia pensara, había alguien muy importante con quien hablarle, antes que con nadie más, Noel, ahora Edgar tenía curiosidad... ¿Habrá Noel pensado ya en irse a vivir juntos? ¿Pensara en casarse en algún momento? ¿Formar una familia? ¿Tener hijos? Y en ese momento... Edgar se dio cuenta que había demasiado de lo que no había hablado con Noel, y es que... Edgar se estaba dando cuenta de que... en realidad él si quería todo eso con Noel, pero se sentía tonto de solo pensarlo, porque... Solo llevaban un poco de tiempo juntos, no habían cumplido ni 2 meses... además, siempre era por él que Noel iba despacio, soltarle todo eso sobre estar juntos "para siempre" que, además ya eran palabras mayores, le aterraba y temía que Noel lo dejará... ¿Lo haría?
Al llegar Edgar a su casa, allí estaba Noel, esperándolo afuera, como siempre, nunca había entrado ni por error, Edgar le había pedido que fuera paciente en cuanto a presentarlo en su familia, después de todo, aunque Edgar ya había presentado un par de novios antes, con Noel era diferente... y más con todo lo que había pensado.
Cuando Edgar vio a Noel, lo supo, todas sus dudas se fueron y tuvo aún más miedo... porque... estaba completamente enamorado, seguro de querer estar al lado de Noel para siempre... y Noel no tenía ni idea de nada... aún...
- Hola universitario.
Sí, aún lo llamaba así... pero lejos de molestarle a Edgar ya le parecía algo muy de ellos, como su propia jerga.
- Hola.
- Cómo estuvo tu día?
- Bien... casi me despiden por no darle información al novio de tu amigo.
- Ah es cierto... Dan llegaba hoy, no sabía que iría directo al restaurante.
- Sí... en fin... Noel...
- Sí?
- Quieres entrar?
- A dónde?
- A... a mi... a mi casa...
- A... a tu casa?
- Sí...
- Quieres decir... hoy?... En este momento?
- Ajá...
- Bueno yo...
- Quiero presentarte con mi familia.
- Con tu...
Si en ese momento alguien hubiera colocado un tomate justo al lado del rostro de Noel... no hubiera sabido como diferenciarlos.
- No quieres?
- No... es decir... si... pero... no sabía que justo hoy querías... es que... si me hubieras dicho... yo... es que... estoy... mal... mal vestido y...
- Yo creo que estas muy bien.
Noel sonrió de lado.
- Es porque tu me ves con ojos de amor.
- Ash! No digas tonterías! Solo digo que te ves bien.
- Seguro...
- Vas a entrar o no?
- Y eso por qué?
- Eh?
- Porque quieres de repente que entre.
- Yo... yo solo...
- Esta todo en orden?
- Si...
Noel sonrió de una manera burlona.
- O es que quieres que entre a pedir tu mano?
Ahora quien estaba completamente rojo era Edgar.
- Yo...
- Espera... es eso?
- No... bueno...
- Qué?
- Bueno... has pensando en... en un... en un futuro... juntos?
- Un... ¿Un futuro juntos?
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Dame tu mano
Lãng mạn- Él.. sobrio. - Él... amoroso. - Él... intrigante. - Él... olía tan bien Dios, por qué tenía que oler tan bien? Y por qué no podía dejar de sonreír?