18. Cena para 4.

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Tanto Philip como Dan no paraban de reírse, Noel les había contado toda la historia de como Edgar lo había presentado a su familia y como todos fueron tan amables, mientras ambos se morían de miedo por dentro, Noel ya podía contarlo más tranquilo, y desde entonces Noel pasaba de vez en cuando al interior de la casa a saludar e incluso algunos días comían juntos, Edgar estaba totalmente rojo por la historia y lo desesperado que sentía que lucia ahora en perspectiva, sobre todo con el asunto de irse a vivir juntos.

- Bueno Edgar, no se aceptan devoluciones, eh.

De nuevo rieron con la broma de Philip.

- Sí, pero tranquilo Edgar, Noel me amenazó con lo mismo cuando empecé a salir con Philip... pero luego... - Volteo a ver a Philip.- Te das cuenta que agradeces que sea así.

Si había una pareja que a los ojos de todo el mundo se veía totalmente enamorada, esos eran Philip y Dan, podría parecer que era más cariñoso y amoroso Philip, pero ambos estaban totalmente locos de amor el uno por el otro y en un mundo tan olvidado del amor, Edgar agradecía eso.

- Pues te felicito Edgar, mi amigo tenía conquistas por todos lados, pero nunca nada serio con nadie.

- Recuerdo perfectamente su último intento de relación. - Decía Dan.- Esa chica estaba realmente enfadada cuando él le dijo que "no buscaba algo serio".

Edgar escuchaba y pensaba en como sentía que todo había sido tan natural entre ellos, solo... había pasado, no podía evitar sentir un poco de orgullo, pero a la vez se sentía mal por esa chica.

- Cómo sea... espero que te portes bien Noel, porque sino...

- Philip... eres mi amigo, porque me dices eso?

- Justo porque soy tu amigo y te conozco.

- Bueno ya, estamos en una cita doble no lo arruinen.

- Vaya cena para 4.

Todos rieron, pero en la mente de Edgar permanecía ese "no busco algo serio" y ahora la duda de lo que había pasado con esa chica lo invadió... ¿Por qué no funcionarían las cosas con ella?

Más tarde cuando regresaron cada uno a casa Nora, la hermana de Edgar estaba esperándolo en la sala... ella nunca hacía eso.

- Hola hermanito!

- ¿Hola?

- Cómo te fue?

- Bien...

- No hagas esa cara.

Edgar estaba totalmente confundido y con el ceño fruncido.

- Es que nunca me recibes, o me esperas cuando salgo.

- Bueno... pero hoy si.

- Y eso es por qué...

- No puedo creer que no confíes en tu dulce hermanita menor y me tengas tanta desconfianza de pensar que solo estoy aquí por algo más que recibirte a tu llegada.

- Bueno, lo siento, solo me extrañó.

Edgar se relajó y se dirigió a la cocina para tomar un poco de agua y fruta para cenar más tarde en su habitación.

- Aunque...

- ¿Qué?

El ceño de Edgar se frunció de nuevo.

- Qué harás el sábado?

- El sábado... nada, es mi día de descanso.

- Y Noel?

- Él no trabaja los sábados.

- Y qué hará este sábado?

- Que yo sepa nada... ¿Por qué?

- Crees... qué... quiera salir a cenar... con la familia...

- Nosotros 5? Si yo creo que si.

- Ajá... 6

- 6 qué?

- 6... en la cena.

- 6? No, somos 5, tu, yo, mamá, papá y Noel... 5.

- Sí... pero vamos a ser 6.

- ¿Por qué 6?

- Porque... va a ir mi... mi novio...

- Ah ya... entonces si... vamos a ser 6... con tu nov... tu... tu nov...

Edgar se comenzó a poner rojo.

- ¿TÚ QUÉ?

- Oh oh...

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