Prohibido Enamorarte Del Enemigo

XXXV.- La Reunión.

—¡Sesshomaru! A poco no me deseas —ella se alzó de puntas para besarlo.

Ese chico sin pensarlo dos veces también el beso la tomo del rostro mientras la besaba con desesperación.

Acá por otro lado en la mansión de aquel chico de cabello largo hasta los hombros miro a la azabache.

—No sé quien quiera comprarle parte de la empresa solo eso se, por qué una vez me platico el, pero nuestra conversación ya no la terminamos porque fuimos interrumpidos por el señor Taira.

—Ahora tendré que investigar ¿Quién es el que quiere comprar parte de la empresa de mi padre? —ella se quedó sumergida en sus propios pensamientos.

de esto se dio cuenta aquel chico de ojos color café al ver a esa joven, el tomo de la mano —¡Kagome! ¡Kagome!

Ella salió de su trance —Si Suikotsu disculpa no te escuche.

—Oyes que tienes hay algo que te preocupa.

La azabache se sonrojo al ver que él, la tenía tomada de la mano. —No es nada —sonrió levemente.

Ese joven sin soltar aun la mano de la joven —Linda quiero hacerte una propuesta.

—¡Una propuesta!

—Sí, pues porque no vienes a trabajar a mi empresa aquí yo te doy el puesto de subdirectora de Innovación Corp.

Esto le sorprendió a la chica de ojos color chocolate —Siento rechazar tu propuesta Suikotsu y sé que es una gran oportunidad que me das, pero no puedo dejar la empresa Sengoku.

—Pero porque linda aquí te ofrezco un mejor puesto al que tienes, sé que tú tienes capacidad de llevar una empresa al frente.

La azabache se sorprendió al escuchar esto —No estas equivocado.

—No Kagome, estoy seguro que tu serias una gran líder.

—Pues si tú dices —contesto con una leve sonrisa.

—Anda linda hablando en serio yo quiero que estés en mi empresa acepta por favor.

—Ya te dije que no, me alaga tu invitación.

—Bueno al menos lo intente —dijo con una media sonrisa.

La chica de ojos color chocolate miro el reloj—Tengo que irme ya es tarde mañana tenemos que trabajar.

—Está bien nos vemos mañana linda—ambos se despiden él, le da un beso en la mejilla.

En la casa de Sara aún se estaban besando aquellos dos chicos, Sesshomaru recorrió el cuerpo de aquella chica por encima de la ropa.

—Te gane Kagome él es mío.

En eso el alvino reacciono repentinamente y se aleja de aquella joven asiéndola a un lado —Lo siento Sara.

Ella se volvió acercar a, el nuevamente —¿Qué pasa Sesshomaru? ¿A caso no me deseas?

El sola la miro sin decirle nada dio media vuelta, esto hizo molestar a esa chica.

—¿Porque me desprecias? No sabes que hay hombres que quieren estar conmigo y tú me haces aun lado. —espeto molesto y empuñando sus manos.

—Pues yo no entro en esos hombres que dices tú Sara, este momento nos dejamos llevar discúlpame, me tengo que retirar nos vemos y gracias por la cena de esta noche.

El albino se abrocho su camisa y tomo del sillón su saco y su corbata se retira del lugar dejando a esa chica muy molesta.

Sesshomaru sube a su auto, mientras acá en la mansión de los Hayashi sonó el teléfono tres veces el señor Akihito miró el reloj eran casi las dos de la mañana contesto.