Prohibido Enamorarte Del Enemigo

Capitulo XXXIII.- El Plan De Kagome 3era. Parte.

—¡Suéltame! Sesshomaru.

Ese joven de ojos dorados la soltó—Ahora me dirán que está pasando aquí con ustedes. —el miro también a su asistente,

Él estaba esperando una respuesta de ambas chicas, pero la chica de ojos rojizos lo miro y dio media vuelta sin contestarle.

—Bien señorita Makino usted me puede decir que está pasando aquí

—Joven Taisho discúlpeme lo que paso es que la señorita Taira me insulto y le di una bofetada—dijo apenada ante su jefe y bajo la cabeza.

Sesshomaru se acercó a ella y la tomo del mentón miro esos ojos color chocolate—Vaya señorita Makino usted cada día me sorprende, ahora resulta que mi asistente es una gata salvaje.

Kagome sin dejar de mirar esos ojos color dorado y escuchar lo que le dijo se sonrojo.

—¿Qué dice? —ambos aún se estaban mirando ya sin decir nada más la azabache no entendía porque ese chico la hacía intimidar, y que su corazón le latiera más fuerte.

En eso fueron sacados repentinamente de su trance cuando sonó el móvil de ese chico de cabello plateado.

—Me permite señorita Makino.

—Si mientras acabo de arreglar mis cosas para irnos.

Ese chico se alejó de ella para contestar su móvil —Si Sara que pasa.

—Bueno solo te llame para que no se te olvide la cita que tenemos hoy aquí en mi casa.

—No lo he olvidado nos vemos en la noche.

—Está bien nos vemos—ambos se despidieron.

—Listo señorita Makino

—Si vámonos.

Kagura mira cómo se van juntos empuña sus manos en eso llego Renkotsu—Señorita Taira me mando su padre por usted para ir a comer nos espera en el estacionamiento.

—Vamos. —ambos se dirigieron al estacionamiento.

Cuando salieron del elevador Renkotsu miro a la azabache que iba con Sesshomaru en su carro.

—¿Que hace con ese miserable de Sesshomaru?

En eso le hablaron a Renkotsu estaba sumergido en sus propios pensamientos—Disculpe señor Tiara.

—Anda vamos al restaurante que está aquí cercas

—Sí señor.

Mientras acá por otro lado Sesshomaru y Kagome llegaron al restaurante los llevaron al lugar que habían reservado, el joven que los atendió les mostro el menú, espero que iban a pedir.

Después de unos segundos pidieron su orden al quedarse solos el chico de ojos dorados miro a su asistente.

—Señorita Makino le puedo hacer una pregunta.

—Si dígame.

—Recuerdo la última vez que salimos usted menciono que no tenía vida social que su trabajo la absorbía todo el tiempo.

—Si así es.

—Entonces donde trabajo anteriormente antes de entrar a la empresa de Sengoku.

La azabache se sorprendió al escuchar la pregunta que le hizo su jefe ahora no sabía que contestarle no podía contarle que venía de Estados Unidos y que era doctora y directora del hospital donde trabajaba.

—Hmm en una empresa de Tokio llamada Grupo Hishi.

—¿Que puesto tenia ahí?

—Pues también era asistente —respondió esa joven.