Esta historia trata de romance, intriga y traición donde una chica que después de vario tiempo de vivir en Nueva York decide regresar a su país natal Japón...
Entra y descubre que le tiene deparada aquella chica llamada Kagome Higurashi.
Mis perso...
El albino salió de su habitación llego al lobby y se sentó en el sofá a esperar aquella chica, no tardó mucho en llegar, Sesshomaru al verla se levantó.
—Lista.
Si vámonos—ambos salieron del hotel tomaron un taxi y fueron a un restaurante a cenar donde había reservado aquella chica.
Los llevaron donde su lugar quedaba cerca de un ventanal de ahí se podía apreciar lo hermoso que se veía parte de la ciudad, al sentarse pidieron su orden cuando se retiró el mesero.
—¡Sara! Suikotsu no iba a venir verdad.
Esa joven se sonrojo por lo que le dijo. —Pues no el me encomendó que tenía que venir para cerrar un trato con la empresa Komodo.
—Hmm se me hizo raro no verlo.
—Pues discúlpame Sesshomaru, pero si te decía que si me acompañabas tu no aceptarías venir conmigo.
—Independientemente de eso si hubiera aceptado, pero tú sabes que no me gusta que me digan mentiras.
Esa joven agacho la cabeza —No lo volveré hacer.
En eso llego el mesero con su cena y se dispusieron a cenar, mientras en la casa de los Higurashi la joven de ojos color chocolate estaba con su mamá platicando.
¡Kagome!
—Si mamá ¿Qué pasa?
—Oyes dime la verdad tienes un novio lo dejaste haya en Estados Unidos como es el —dijo aquella mujer mirando a su hija.
La azabache miro a su madre—Pues—ella se sonrojo levemente por ese comentario.
—Es un chico que conocí en el hospital él también es doctor, él siempre ha sido conmigo muy atento, amable. —Esto lo dijo la azabache suspirando y con una sonrisa que se dibujó en sus labios.
—Hmm entonces él te gusta verdad espero algún día conocerlo.
—Mamá a él solo lo veo como un gran amigo lo estimo mucho, pero de ahí para ser algo más no.
—Hija porque ere así.
—Pues yo me he dado la oportunidad de amarlo, pero no mamá a pesar que es una persona que tiene muchas cualidades que cualquier chica puede caer rendida a sus encantos, pero no, el necesita una chica que lo quiera de verdad, aunque varias veces me ha dicho que yo le gusto.
—Pues tienes razón en el corazón no se manda.
—Mira deja te enseño una fotografía de él.
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la azabache le enseño la fotografía de su amigo a su mamá.
Vaya, es bastante atractivo hija, era muy buen prospecto para ti —dijo con una leve sonrisa.
