Capítulo 11

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Scarlett

La última clase obligatoria había llegado. Muy a mi pesar, no había podido beber ni una sola gota de aquel sujeto después de obligarlo a pegarse un cabezazo contra el marco de la puerta, provocando que se hiciera una brecha justo en medio de la frente por la que empezó a emanar aquel líquido rojo que olía deliciosamente. Así que no me encontraba del mejor humor mientras caminábamos hasta donde se encontraba esperándonos el profesor Keir.

Al terminar la última hora, todos habían salido como alma que llevaba el diablo del aula. Me había apresurado a seguirlos, pensando que se dirigirían hacia nuestra siguiente clase, pero todos estaban corriendo en la dirección opuesta a la puerta que se encontraba a mi izquierda. Enseguida comprendí que estaban yendo a sus habitaciones para poder cambiarse el uniforme por la ropa de deporte.

Así que, utilizando la velocidad vampira con la que había sido bendecida al nacer, llegué a mi habitación en un par de segundos. Mis piernas se resintieron al llegar a la quinta planta debido a haber subido tantos peldaños a la carrera. No estaba segura de sí conseguiría sobrevivir todo el curso subiendo estas endemoniadas escaleras. ¿A nadie se le había ocurrido instalar un ascensor? Ahorraría mucho tiempo a todos los que vivíamos en los pisos superiores. Tal vez incluso podía pedirle a Amelia que me cambiaran a una de las plantas inferiores, pero, si no había tenido la opción de decidir en qué habitación quería residir era, o bien porque las asignaban conforme los estudiantes llegaban a la academia, o la mayoría de los alumnos habían elegido las primeros pisos para ahorrarse la escalada que yo debía hacer varias veces al día.

Agarré la ropa del armario y me cambié a toda velocidad. No estaba segura de cuánto tiempo teníamos hasta llegar a la siguiente lección, pero era mejor darme prisa. No quería perderme la clase de combate por nada del mundo. Así que guardé de nuevo la llave en forma de trébol de tres hojas huecas, en el bolsillo de mi pantalón y volví a descender las escaleras recorriendo de nuevo el mismo camino hasta la puerta que daba a la parte exterior trasera del castillo.

Finalmente, mis pies se detuvieron frente al profesor. Todavía seguía sorprendiéndome porque los maestros de esta academia se vieran tan jóvenes. Lo mismo me ocurría con Nancy. Por más que le había preguntado, nunca quiso decirme su edad real, pero su físico indicaba que desde la treintena no había cambiado.

—Bien clase, hoy basaremos la sesión en tratar de encontrar los puntos débiles de vuestro contrincante y atacarlos. Eso os servirá para mejorar y no dejar ningún lugar sin cubrir durante una pelea real, lo cual pude ser mortal y terminar con vosotros muertos —nadie dijo nada. Así que el profesor siguió con su monólogo—. Visto que nadie tiene ninguna objeción o pregunta que hacer, procederé a hacer las parejas. Niki y Heeseung. Jake con Jungwon. Sunghoon con Miles —siguió nombrando alumnos hasta que me di cuenta de que solo quedábamos dos—. Jay y Scarlett. Vuestro combate fue tan intenso e interesante, que me gustaría volver a ver como os desenvolvéis.

Genial. Si no fuera porque tenía ganas de volver a pelear con él, pensaría que el profesor me había pillado manía y estaba haciendo lo mejor que podía para joderme el día.

Era el momento perfecto para devolverle el golpe de ayer.

Le di una rápida mirada a mi adversario, quien parecía sorprendido por tener que volver a combatir conmigo. Sonreí en mi interior. Tal vez era algo bueno que no se hubiera visto venir que volveríamos a pelear (o, al menos, no pensó que lo haríamos tan pronto).

Jay empezó a moverse, ubicándose en unas de las zonas donde el césped se había desgastado y el terreno había adoptado el color marrón de la tierra. Me posicioné frente a él, observándolo de la misma forma en que él estaba haciendo conmigo.

𝐁𝐋𝐎𝐎𝐃𝐁𝐎𝐔𝐍𝐃: 𝑺𝒉𝒂𝒅𝒐𝒘𝒔 𝒐𝒇 𝒕𝒉𝒆 𝒏𝒊𝒈𝒉𝒕  | ENHYPENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora